Es tan cierto eso que dicen “ya le puedes comprar a un bebé el juguete más caro, que se divertirá antes y más tiempo con 2 rollos de papel!”. Creo que la sociedad pecamos de consumismo, y lo fácil es coger juguetes de plástico sin pensar en el medio ambiente. A través de las escuelas ya estamos intentando cambiar la mentalidad/la visión del concepto reciclar creando propuestas con mucho material reciclado, será difícil, pero no imposible.
Nosotros como educadores podemos a través de la reutilización de materiales concienciar a nuestros/as alumnos/as sobre las consecuencias que trae el consumismo para el planeta pero también estaría bien concienciar a las familias, que son las que compran y regalan muchas veces cosas que no necesitan.
Es un tema interesantísimo y que lleva a una reflexión profunda. Sobre todo, debemos preguntarnos qué podemos hace al respecto para rebajar el impacto ecológico y contaminante del consumismo excesivo.
Es sin duda un cambio de mentalidad que tenemos que hacer entre todos y sobre todo empezar a educar desde la escuela, tanto a niños como a familias. Dejar de comprar tantos materiales que están de moda y reutilizar otros.
Hola Irene, me surge una reflexión y me apetece compartirla, es de carácter técnico. Me he dedicado muchos años al textil trabajando en teatro y en este medio reutilizamos mucho los materiales, ya que los bajos costes de las producciones nos enseña a ser creativas y resolutivas con lo poco que tenemos. Tengo la impresión de que actualmente lo que nos venden como trapillo, no debe ser un residuo de tejido de punto que se deshecha, me parece que el material se ha convertido en otro producto de consumo más.
Sí, estoy de acuerdo en lo que comentas. Sin embargo, me sigue encantando el trapillo como material. Un tejido que puede ser reutilizado de tantas formas diferentes. En nuestro proyecto el trapillo se reutiliza al infinito. Se desenreda y se vuelve a enrollar. Cuando van quedando tiras más cortas se usan para otros usos. Los trozos pequeños los utilizamos para unir barras y los más pequeños que van quedando se usan también como material sensorial, de trasvases etc. Sigue y seguirá siendo uno de nuestros básicos.
Me ha parecido un vídeo que trata un tema muy interesante y con el que se está muy poco concienciado.
La rapidez y facilidad para que algo quede obsoleto me da realmente miedo, ya que esta sociedad “evoluciona” demasiado rápida.
Creo muy interesante llevar todo esto a las aulas con los niños y hacerles conscientes de ello.
A mi este curso me está enseñando a darles segundas, terceras, cuartas y quintas vidas a los materiales.
Totalmente de acuerdo. Creo que hemos venido como sociedad intentando ir en esta carrera loca de consumir, usar y tirar, sin detenernos a pensar que pasa cono todo esto al final. Mi consciencia respecto al tema es muy muy reciente, me da vergüenza, pero la verdad no me había puesto a pensar en ello.
Mi primer golpe de realidad fue en casa, al observar la basura y lo que había en ella. Empecé a notar que insumos como el jabón de lavar la loza, el detergente, el limpiador, etc. vienen en plásticos que solo se usan una vez, así que como familia decidimos no volver a comprar en el supermercado sino que buscamos un lugar donde pudiéramos encontrar estos elementos más económicos, de producción local y que permitieran usar un mismo recipiente para envasar.
Luego, mis hijas con más consciencia del tema, trajeron esta costumbre de separar el plástico y los empaques, limpiarlos y disponerlos en contenedores que permitieran recoger con mayor cuidado estos materiales.
Mi más reciente golpe de realidad fue en el trabajo, donde ya habían personas, iniciativas, muestras reales de esta consciencia, sin embargo yo hasta hace poco veo con urgencia la necesidad de que como proyecto, tengamos está filosofía en la cabeza.
Creo que en este sentido y en otros muchos buscaré hablar contigo para pedir tus sugerencias y recomendaciones respecto al tema.
Gracias por compartir todo esto, sin duda invaluable
Hola Lucía, encantada si puedo ayudar. Me puedes hacer tus consultas utilizando los comentarios, los foros y también por supuesto en el próximo encuentro podemos abordar este tema.
Me hace gracia que mucha gente dice que sus hijos son unos consumistas, que no dan valor a nada…Los que tenemos que cambiar de una vez por todas el chip, somos los adultos. Reducir todo de nuestra vida , incluso y es fuerte decirlo, la comida. Estamos como bien dices Irene, en el norte, donde nos sobra a cada individuo un montón de cosas y que apenas damos valor.
Ahora que está tan en auge el cambio climático, esas dinámicas y concienciación social, tanto de los adultos como los pequeños creo que son primordiales.
Es importante que vayamos poniendo consciencia en todos esos pequeños y grandes actos que hacemos en nuestro cotidiano tanto en el ámbito doméstico como en el escolar. Con l@s niñ@s a veces tenemos costumbres bienintencionadas que acaban teniendo efectos nocivos.
sí, efectivamente, reutilizar y dar uso a viejas máquinas,aparatos, “destriparlos” y recomponerlos de otro modo es hacer ver a los niños el valor de todo aquéllo que se desecha , y es un primer paso, pero me gustaría ir un poco más allá, y es que creo que hay que añadir unaNARRATIVA a esto, que lleve a nuevos comportamientos y a nuevas actitudes, no solo en la clase, sino en sus vidas presentes . Hace falta una narrativa que cale en los niños,que acompañe a la práctica, y seguramente, la misma narrativa no vale para todos los niños, y haya que crear varias historias y argumentos. No es suficiente con idear un bonito ejercicio de reciclaje , con un bonito resultado, porque creo que eso puede inducir a lo contrario a lo que queremos conseguir: a seguir dando protagonismo y relieve a aquéllo que precisamente queremos eliminar de nuestras vidas ,sea el plástico, sea la ropa,etc. De hecho, creo que los niños pueden llegar a entender que esos materiales están bien, que podemos seguir haciendo cosas con ellos, cuando lo que queremos es decirles que no los usen !!, que no compren más cosas de plástico, que reduzcan su consumo , precisamnete para que no haya que pensar qué hacer con ello cuando ya no no s valga.
Por esta razón, entendí que en vez de hacer cosas bonitas con el plástico, debía hacer COSAS FEAS con el plástico, y así expliqué a los niños el problema global que tenemos y para que entiendan que el plástico es un problema, construimos paisajes desolados y feos , mares cubiertos de plástico, que hacíamos con cachitos ; playas sucias, sin gente .Creo que debemos hacerles ver el daño que estos materiales causan y que cada uno somos parte del problema. Convertirlo en algo estético, o hacer ver que puede tener otro uso puede ser un primer paso, pero en la actualidad creo que debemos crear narrativas que vayan más alla´ , que nos comprometan a no usar más esos materiales, en la medida en que , claro. el mercado nos deje,claro.
Creo que una cosa no es incompatible con la otra. Se puede reducir el consumo, sobretodo de todo aquello desechable y al mismo tiempo reutilizar y reciclar lo que ya se ha generado, en el proceso de ir generando una mayor responsabilidad.
Lo que planteas en el capitulo 3 R y en el capitulo de la OBSOLESCENCIA, me suena como una perspectiva mucho más impactante y significativa para la experiencia del aprendizaje concreto, sensorial, personal y a la vez colectivo. Es proponer que la educación y el concepto del aprendizaje vayan como “partenaire ” del ciclo cerrado de desarrollo sostenible. Es una visión revolucionaria que permitiría a cualquier espacio educativo estimular los ambientes, provocar el pensamiento de los maestros en su capacidades creativas y ofrecer a los niños un aprendizaje alegre, desafiante, integral y sostenible, cuidado del ambiente!
Mano a la obra
Sí, creo que es nuestro deber colectivo como personas que trabajamos en educación introducir esas ideas de responsabilidad y coherencia dentro de la escuela.
Qué interesante el documental que comparte Sara y todas las aportaciones, estamos inmersos en un ritmo de vida en el que hay poco tiempo de reflexión creo que el confinamiento ha ayudado un poco a frenar, a ver qué es realmente importante y que no lo es.
El trabajo cognitivo que se hace cuando desmontamos un electrodoméstico estropeado, cuando valoramos que hacer con todos esos elementos….es brutal!!! Para infancia y también para adultez.
El tema de las modas…. yo creo que está claro que es necesario bajarse de ese tren. No es sostenible, genera estrés…. la vida es más fácil y sencilla cuando aprendemos a desprendernos, y sobre todo, cuando nos vemos como parte del ecosistema, no por encima del. Somos los grandes depredadores del planeta, pero podemos cambiarlo. Y para esto, es necesaria la educación. Sin duda, uno de los trabajos, sino el más, importante en estos tiempos.
Josune, que bonita reflexión la tuya 🙂
Todos los sistemas económicos se basan en la producción y consumo y eso influye en la obsolescencia de los objetos para que alguien se enriquezca. Conozco a gente que ha salido de esa rueda a nivel individual. Como colectivo me parece muy difícil.
Las crisis de valores traen crisis económicas y en la historia los imperios caen con el tiempo para crear otro tipo de sistemas.
Puede llegar el momento en que la diferencia económica entre muy ricos y muy pobres sea abismal y los ricos no encuentren a nadie que consuma para que sigan enriqueciéndose, además de que el planeta proteste como lo está haciendo ya.
Pienso que llegará un momento en que la humanidad nos daremos cuenta que la tecnología puede traer otra mirada sobre el dinero, el trabajo y el consumo. Que todo el mundo podrá disponer de recursos por el hecho de vivir y que el dinero no será el motor de la economía sino el desarrollo personal y creativo de cada uno-a. No creo que sea tan utópico. La naturaleza regala alimentos y cobijo a animales y personas, hay riqueza para todos-as solo tenemos que librarnos del miedo a que no nos llegue.
Gracias por dar un espacio y tiempo para contar estas ideas.
Os comparto un documental sobre la obsolescencia programada que me impactó mucho la primera vez que lo vi, en la universidad. Seguro que much@s lo habéis visto. https://youtu.be/ZTVOBBbnjv4
Me parece un tema muy interesante!
Educar en valores del consumo y la reutilización de determinados objetos y materiales para que no acaben directamente en las basuras de nuestras casas, es de suma importancia. Ya no solo por el hecho de educar en valores, sino por contribuir de manera directa y significativa al desarrollo del pensamiento divergente en los niños/as. Cuando se habla de este tema me viene mucho a la cabeza mis abuelos, ya que ellos siempre encontraban la manera de poder reparar o reutilizar las cosas de manera muy practica y creativa. Yo he tenido la suerte de criarme en un entorno así y he podido aprender mucho de esto, aunque no puedo negar que es difícil no dejarse llevar por la obsolescencia percibida y consumir más de lo necesario, o en algunas ocasiones haberme desecho de cosas por el mero hecho de no molestarme en repararlas y sustituirlas por otras más actuales.
Es tan cierto eso que dicen “ya le puedes comprar a un bebé el juguete más caro, que se divertirá antes y más tiempo con 2 rollos de papel!”. Creo que la sociedad pecamos de consumismo, y lo fácil es coger juguetes de plástico sin pensar en el medio ambiente. A través de las escuelas ya estamos intentando cambiar la mentalidad/la visión del concepto reciclar creando propuestas con mucho material reciclado, será difícil, pero no imposible.
Nosotros como educadores podemos a través de la reutilización de materiales concienciar a nuestros/as alumnos/as sobre las consecuencias que trae el consumismo para el planeta pero también estaría bien concienciar a las familias, que son las que compran y regalan muchas veces cosas que no necesitan.
Es un tema interesantísimo y que lleva a una reflexión profunda. Sobre todo, debemos preguntarnos qué podemos hace al respecto para rebajar el impacto ecológico y contaminante del consumismo excesivo.
Es sin duda un cambio de mentalidad que tenemos que hacer entre todos y sobre todo empezar a educar desde la escuela, tanto a niños como a familias. Dejar de comprar tantos materiales que están de moda y reutilizar otros.
Hola Irene, me surge una reflexión y me apetece compartirla, es de carácter técnico. Me he dedicado muchos años al textil trabajando en teatro y en este medio reutilizamos mucho los materiales, ya que los bajos costes de las producciones nos enseña a ser creativas y resolutivas con lo poco que tenemos. Tengo la impresión de que actualmente lo que nos venden como trapillo, no debe ser un residuo de tejido de punto que se deshecha, me parece que el material se ha convertido en otro producto de consumo más.
Sí, estoy de acuerdo en lo que comentas. Sin embargo, me sigue encantando el trapillo como material. Un tejido que puede ser reutilizado de tantas formas diferentes. En nuestro proyecto el trapillo se reutiliza al infinito. Se desenreda y se vuelve a enrollar. Cuando van quedando tiras más cortas se usan para otros usos. Los trozos pequeños los utilizamos para unir barras y los más pequeños que van quedando se usan también como material sensorial, de trasvases etc. Sigue y seguirá siendo uno de nuestros básicos.
Me ha parecido un vídeo que trata un tema muy interesante y con el que se está muy poco concienciado.
La rapidez y facilidad para que algo quede obsoleto me da realmente miedo, ya que esta sociedad “evoluciona” demasiado rápida.
Creo muy interesante llevar todo esto a las aulas con los niños y hacerles conscientes de ello.
A mi este curso me está enseñando a darles segundas, terceras, cuartas y quintas vidas a los materiales.
Totalmente de acuerdo. Creo que hemos venido como sociedad intentando ir en esta carrera loca de consumir, usar y tirar, sin detenernos a pensar que pasa cono todo esto al final. Mi consciencia respecto al tema es muy muy reciente, me da vergüenza, pero la verdad no me había puesto a pensar en ello.
Mi primer golpe de realidad fue en casa, al observar la basura y lo que había en ella. Empecé a notar que insumos como el jabón de lavar la loza, el detergente, el limpiador, etc. vienen en plásticos que solo se usan una vez, así que como familia decidimos no volver a comprar en el supermercado sino que buscamos un lugar donde pudiéramos encontrar estos elementos más económicos, de producción local y que permitieran usar un mismo recipiente para envasar.
Luego, mis hijas con más consciencia del tema, trajeron esta costumbre de separar el plástico y los empaques, limpiarlos y disponerlos en contenedores que permitieran recoger con mayor cuidado estos materiales.
Mi más reciente golpe de realidad fue en el trabajo, donde ya habían personas, iniciativas, muestras reales de esta consciencia, sin embargo yo hasta hace poco veo con urgencia la necesidad de que como proyecto, tengamos está filosofía en la cabeza.
Creo que en este sentido y en otros muchos buscaré hablar contigo para pedir tus sugerencias y recomendaciones respecto al tema.
Gracias por compartir todo esto, sin duda invaluable
Hola Lucía, encantada si puedo ayudar. Me puedes hacer tus consultas utilizando los comentarios, los foros y también por supuesto en el próximo encuentro podemos abordar este tema.
Como todos los vídeos, me encantó!!
Me hace gracia que mucha gente dice que sus hijos son unos consumistas, que no dan valor a nada…Los que tenemos que cambiar de una vez por todas el chip, somos los adultos. Reducir todo de nuestra vida , incluso y es fuerte decirlo, la comida. Estamos como bien dices Irene, en el norte, donde nos sobra a cada individuo un montón de cosas y que apenas damos valor.
Ahora que está tan en auge el cambio climático, esas dinámicas y concienciación social, tanto de los adultos como los pequeños creo que son primordiales.
Es importante que vayamos poniendo consciencia en todos esos pequeños y grandes actos que hacemos en nuestro cotidiano tanto en el ámbito doméstico como en el escolar. Con l@s niñ@s a veces tenemos costumbres bienintencionadas que acaban teniendo efectos nocivos.
sí, efectivamente, reutilizar y dar uso a viejas máquinas,aparatos, “destriparlos” y recomponerlos de otro modo es hacer ver a los niños el valor de todo aquéllo que se desecha , y es un primer paso, pero me gustaría ir un poco más allá, y es que creo que hay que añadir unaNARRATIVA a esto, que lleve a nuevos comportamientos y a nuevas actitudes, no solo en la clase, sino en sus vidas presentes . Hace falta una narrativa que cale en los niños,que acompañe a la práctica, y seguramente, la misma narrativa no vale para todos los niños, y haya que crear varias historias y argumentos. No es suficiente con idear un bonito ejercicio de reciclaje , con un bonito resultado, porque creo que eso puede inducir a lo contrario a lo que queremos conseguir: a seguir dando protagonismo y relieve a aquéllo que precisamente queremos eliminar de nuestras vidas ,sea el plástico, sea la ropa,etc. De hecho, creo que los niños pueden llegar a entender que esos materiales están bien, que podemos seguir haciendo cosas con ellos, cuando lo que queremos es decirles que no los usen !!, que no compren más cosas de plástico, que reduzcan su consumo , precisamnete para que no haya que pensar qué hacer con ello cuando ya no no s valga.
Por esta razón, entendí que en vez de hacer cosas bonitas con el plástico, debía hacer COSAS FEAS con el plástico, y así expliqué a los niños el problema global que tenemos y para que entiendan que el plástico es un problema, construimos paisajes desolados y feos , mares cubiertos de plástico, que hacíamos con cachitos ; playas sucias, sin gente .Creo que debemos hacerles ver el daño que estos materiales causan y que cada uno somos parte del problema. Convertirlo en algo estético, o hacer ver que puede tener otro uso puede ser un primer paso, pero en la actualidad creo que debemos crear narrativas que vayan más alla´ , que nos comprometan a no usar más esos materiales, en la medida en que , claro. el mercado nos deje,claro.
Creo que una cosa no es incompatible con la otra. Se puede reducir el consumo, sobretodo de todo aquello desechable y al mismo tiempo reutilizar y reciclar lo que ya se ha generado, en el proceso de ir generando una mayor responsabilidad.
Lo que planteas en el capitulo 3 R y en el capitulo de la OBSOLESCENCIA, me suena como una perspectiva mucho más impactante y significativa para la experiencia del aprendizaje concreto, sensorial, personal y a la vez colectivo. Es proponer que la educación y el concepto del aprendizaje vayan como “partenaire ” del ciclo cerrado de desarrollo sostenible. Es una visión revolucionaria que permitiría a cualquier espacio educativo estimular los ambientes, provocar el pensamiento de los maestros en su capacidades creativas y ofrecer a los niños un aprendizaje alegre, desafiante, integral y sostenible, cuidado del ambiente!
Mano a la obra
Sí, creo que es nuestro deber colectivo como personas que trabajamos en educación introducir esas ideas de responsabilidad y coherencia dentro de la escuela.
muy bueno, muy interesante,tantas ideas
Qué interesante el documental que comparte Sara y todas las aportaciones, estamos inmersos en un ritmo de vida en el que hay poco tiempo de reflexión creo que el confinamiento ha ayudado un poco a frenar, a ver qué es realmente importante y que no lo es.
El trabajo cognitivo que se hace cuando desmontamos un electrodoméstico estropeado, cuando valoramos que hacer con todos esos elementos….es brutal!!! Para infancia y también para adultez.
El tema de las modas…. yo creo que está claro que es necesario bajarse de ese tren. No es sostenible, genera estrés…. la vida es más fácil y sencilla cuando aprendemos a desprendernos, y sobre todo, cuando nos vemos como parte del ecosistema, no por encima del. Somos los grandes depredadores del planeta, pero podemos cambiarlo. Y para esto, es necesaria la educación. Sin duda, uno de los trabajos, sino el más, importante en estos tiempos.
Josune, que bonita reflexión la tuya 🙂
Todos los sistemas económicos se basan en la producción y consumo y eso influye en la obsolescencia de los objetos para que alguien se enriquezca. Conozco a gente que ha salido de esa rueda a nivel individual. Como colectivo me parece muy difícil.
Las crisis de valores traen crisis económicas y en la historia los imperios caen con el tiempo para crear otro tipo de sistemas.
Puede llegar el momento en que la diferencia económica entre muy ricos y muy pobres sea abismal y los ricos no encuentren a nadie que consuma para que sigan enriqueciéndose, además de que el planeta proteste como lo está haciendo ya.
Pienso que llegará un momento en que la humanidad nos daremos cuenta que la tecnología puede traer otra mirada sobre el dinero, el trabajo y el consumo. Que todo el mundo podrá disponer de recursos por el hecho de vivir y que el dinero no será el motor de la economía sino el desarrollo personal y creativo de cada uno-a. No creo que sea tan utópico. La naturaleza regala alimentos y cobijo a animales y personas, hay riqueza para todos-as solo tenemos que librarnos del miedo a que no nos llegue.
Gracias por dar un espacio y tiempo para contar estas ideas.
Os comparto un documental sobre la obsolescencia programada que me impactó mucho la primera vez que lo vi, en la universidad. Seguro que much@s lo habéis visto.
https://youtu.be/ZTVOBBbnjv4
qué lástima, me sale video privado y tengo que iniciar sesión.
Me parece un tema muy interesante!
Educar en valores del consumo y la reutilización de determinados objetos y materiales para que no acaben directamente en las basuras de nuestras casas, es de suma importancia. Ya no solo por el hecho de educar en valores, sino por contribuir de manera directa y significativa al desarrollo del pensamiento divergente en los niños/as. Cuando se habla de este tema me viene mucho a la cabeza mis abuelos, ya que ellos siempre encontraban la manera de poder reparar o reutilizar las cosas de manera muy practica y creativa. Yo he tenido la suerte de criarme en un entorno así y he podido aprender mucho de esto, aunque no puedo negar que es difícil no dejarse llevar por la obsolescencia percibida y consumir más de lo necesario, o en algunas ocasiones haberme desecho de cosas por el mero hecho de no molestarme en repararlas y sustituirlas por otras más actuales.