Hola Irene. Aquí propuse desguazar algunos juguetes antiguos para “investigar sus mecanismos” pero a mi hijo de 5 años le da mucha pena. Me dice “pobrecitos, son mis juguetes de cuando era bebé”. Así que no le interesa el desguace. Si le ha encantado el tema Rube Goldberg maquines. Y estamos haciendo nuestras pruebas en casa. Iré compartiendo nuestros avances. Gracias por las propuestas tan divertidas con sentido para la infancia.
Claro, no todas las propuestas tienen que interesar a tod@s los niñ@s. Tampoco tiene que ser con sus juguetes si le da pena, pero si alguno ya no funcionase podría “vaciarse”. A mi hijo cuando era pequeño que le regalaron un peluche que era bastante duro porque tenía un mecanismo y caminaba. Era un mono, pero se parecía a ese tipo de perritos que caminan solos. El mecanismo como suele pasar en esos juguetes bastante rápido dejo de funcionar, así que lo “operamos” con cuidado, le retiramos el mecanismo y rellenamos a Monito con nuevo relleno para curarle. A partir de entonces se convirtió en un peluche blandito que fue uno de los preferidos de mi hijo mucho tiempo. El mecanismo lo hicimos funcionar de nuevo con otra batería y creamos diferentes muñecos desmontables que se movían con él.
El recuperar “piezas” no tiene por qué ser solo de objetos desguazados. Se puede hacer por ejemplo con objetos naturales. Nosotros estamos ahora recogiendo diferentes materiales naturales para que sirvan de piezas de nuevas composiciones y creaciones. Cuando lo tengamos avanzado os lo enseñaremos. Por ahora os invitamos a recuperar materiales en casa (corchos, tapones, tornillos, etc. ) o intentar buscar materiales en vuestros paseos. 🙂
L@s niñ@s usan herramientas. Les interesan mucho y les ayuda mucho con la motricidad fina. Nosotros estamos para ayudarles si necesitan pero intentamos ayudarles enseñándoles más que haciéndolo, siempre que es posible. Si un tornillo por ejemplo está atornillado muy fuerte, puedo iniciar el giro pero dejaría que el resto lo hicieran ell@s.
En la pedagogía Montessori las herramientas que utilizan son las de verdad, destornilladores entre ellos… adaptados a sus manos… lo mismo que en algunos países como Alemania, donde utilizan navajas para trabajar, construir y crear con elementos naturales. Imagino que habrá más países. Aquí todavía existe precaución para que no les pase nada a los niños, cuando lo interesante es conocer su buen uso para evitar accidentes. Mi duda es si tomáis alguna medida con materiales” tóxicos”. En alguna ocasión mis compañeros me comentaron que las ruedas que utilicé para una provocación motriz eran tóxicas y no debía utilizarlas (ruedas, cuerdas, mandriles de cartón y tablas de mesas) en un pinar… crearon un parque de atracciones con tirlolinas trepas y equilibrios… En el caso de materiales electrónicos desconozco si hay muchos o si son perjudiciales en su uso con niños. ¿Cómo lo abordáis?
Evitamos las cosas más tóxicas o peligrosas y con el resto que también tienen por supuesto sus limitaciones y posibles peligros, intentamos manipularlas y enseñar a usarlas con responsabilidad, ya sean herramientas o aparatos que estemos desmontando etc. Sí que hay componentes electrónicos que pueden ser tóxicos y hay electrodomésticos que nosotros evitamos, pero los que usamos habitualmente teniendo un poco de cuidado se pueden manipular. También acostumbramos a lavarnos las manos, etc. Como con cualquier otra cosa, yo creo que es importante ser prudente, pero sin que esa prudencia sea tan protectora que acabemos pensando los objetos solo desde sus posibles peligros, porque en ese caso puede llegar un momento que no hagamos nada. Llevar esa postura al extremo puede ser también peligroso. Conozco contextos donde se ha basado todo en la seguridad de l@s niñ@s y llega un momento que esa visión impera tanto que l@s pequeñ@s ya no pueden experimentar. Llevo años trabajando en Francia en escuelas infantiles 0-3, por ejemplo, donde esta visión higienista está tan arraigada que uno de mis trabajos fundamentales en formación es intentar desmontarla para que ampliar el tipo de materiales y objetos con los que l@s niñ@s pueden jugar.
Hace poco se estropeó el ratón del ordenador de casa. Por curiosidad, lo desmontamos y mi hijo convirtió alguna de las piezas de la carcasa, en una navecita. No lo documentamos ni lo conservamos ya. Tampoco supimos aprovechar la parte electrónica pero el mero hecho de desmontarlo ya fue muy interesante. Seguiremos experimentando, observando y aprendiendo.
En la mayoría de los casos desgraciadamente la parte electrónica no es recuperable, porque mucha de la tecnología que utilizamos habitualmente está hecha de forma cerrada, de manera que cuando un pequeño componente se estropea, todo el objeto se desecha. Es extremadamente irresponsable. Es urgente que rediseñemos la manera en que hacemos las cosas. Nosotros recuperamos los componentes en la mayoría de los casos para hacer otros objetos como comentas o recuperando las partes eléctricas. Algunas veces desoldamos cosas para reutilizar pero casi más con fines pedagógicos que porque realmente sea útil hacerlo así. Las placas las utilizamos tal cual, como objetos. Cuando acumulas muchas se generan paisajes que nos permiten imaginar muchas cosas. Son como ciudades futuristas en miniatura…..
Después de ver el vídeo de Rejuega donde muestras, entre otras cosas, los pequeños robots que creasteis con chavales de instituto explorando los grafismos, se me ha despertado una gran curiosidad por el tinkering, así que ya tengo una nueva cosa a aprender y una motivación para acercarme a la electrónica.
Sobre lo que comentas, los coches de ahora están hechos así. En algunos ya ni podemos cambiar una luz fundida por nuestra cuenta, están diseñados para tener que pasar siempre por el taller, el motor ya no se ve y, como todo ya, su obsolescencia está programada para que duren menos que los coches de antaño. Lo mismo pasa con otros tantos objetos. Nos estamos enterrando en nuestra basura. Conocer esto, ayuda a fomentar un consumo más responsable.
Estoy de acuerdo en que las placas tienen un atractivo estético. ¡Otra cosa a acumular a partir de ahora!
El tinkering es apasionante sí… Tiene muchísimas opciones de desarrollo. Me gustaría más adelante poder hacer un curso también sobre esta temática en específico.
De las pocas veces que siento envidia por los informáticos de mi facultad es cuando entro en su lugar de trabajo y veo miles de piezas de máquinas que ya no funcionan esperando un nuevo lugar al que prestar su servicio. Mi incapacidad para ver la utilidad de cualquier cosa más allá de de para lo que fueron fabricadas las cosas y en perfecto uso, me hace sentirme inútil y resignado a depender siempre de la capacidad de otros más hábiles y creativos.
Lo de “cacharrear” desde pequeños me parece de una creatividad, utilidad y potencialidad increíble.
Estas a tiempo de jugar con ello Nicolás ;). Hay muchas posibilidades interesantes en el mundo de la electrónica y del hardware libre, como arduino y en el ámbito del cacharreo se puede empezar con cosas mucho más sencillas que solo utilicen pequeños circuitos eléctricos. Eso es con lo que empezamos con l@s niñ@s.
Hola a todos. Soy profesora de música y tengo muchos instrumentos deteriorados, como xilófonos, panderos rotos, etc. Tengo hasta el mecanismo de un piano viejo por partes. Nunca he querido tirar nada pero tampoco hago nada con ello. Siempre digo que los voy a rediseñar pero no lo hago. Si tenéis ideas de qué puedo hacer con cajas de resonancia de xilófonos y láminas de metal y madera por favor, decidme. Claro, yo quiero algo sonoro, que suene interesante.
Yo creo que ya tienes un poco la clave de tu proyecto: reconstruir objetos de exploración sonora “abierta” a partir de piezas de viejos instrumentos.
Digo abierta porque los instrumentos que comentas tienen una forma determinada de tocarse en general, una técnica. El hecho de fragmentarlos y reconstruirlos de alguna manera puede tener la capacidad de “liberarlos” para otro tipo de exploraciones sonoras.
A mí siempre me ha gustado cacharrear desde pequeño y crear mis propios juguetes. Y me sigue gustando: este fin de semana pasado estuve desmontando un motor y una bomba de agua que no funcionaban porque quiero construir una fuente un tanto peculiar (un inodoro dispersando agua sucia) para un proyecto audiovisual. Analizando mi infancia, creo que fue esencial para mí un juego de construcción que se llamaba el TENTE y que, según mi madre (un testimonio fiable) era mi juego preferido, supongo que por no estar muy estructurado y dejar vía libre a la imaginación. De hecho, a día de hoy todavía huyo de las cosas muy estructuradas y, bueno, siempre puedo echarle la culpa al TENTE. Este juguete en realidad se componía de piezas diversas que combinadas de diferentes maneras podían convertirse en lo que uno alcanzara con su imaginación. Pero claro, la cosa no quedó ahí, simplemente fue un campo de ensayos para luego construir mis propios juguetes: palos de golf, patinetes con rodamientos de la mina (provengo de familia minera), zancos de madera…Y creo que estas cosas me definen mejor que cualquier otra cosa. Por eso espero que las ideas que vertebran este curso puedan formar parte de la vida cotidiana de muchos otros niños…
Yo siempre he sido la “anti-ingeniera” ya que me llamaba mucho la atención de niña todo lo que era el arte y la creatividad pero en pleno movimiento y nada “técnico”. Desde que mi hija nació (y eso que aún es pequeña) siente una curiosidad super palpable por todo lo que hay dentro o por todo lo que hace funcionar las cosas, y desde hace un año (y en el confinamiento fue una gran afición) nos dio por eso. Cada cosa que ya no usamos o que se rompe, la abrimos…para ver qué hay. Cuando leía los otros apartados de curiosidad anteriores, me he dado cuenta de que mi mente se iba a esos momentos…a las ganas de indagar y la sensación de curiosidad y abstracción que eso me produce. Ahora ya le he puesto nombre a nuestra afición; cacharrear 🙂
Gran propuesta esta de los vídeos VHS veremos que se nos ocurre, decirte por si os sirve, que hace poco descubrí dedales de silicona para usar junto a las pistolas de silicona y evitar quemaduras, igual que hay guantes de bricolaje para niños, creo que van a ser dos de mis futuras compras a corto plazo, porque incluso yo de adulta me he hecho bastantes quemaduras con la silicona caliente y creo que pueden ser una opción interesante de seguridad.
El ‘tinkering’ ha sido una novedad maravillosa. En casa, lo practico con mis hijos y el mayor, de 6 años, se pasa el día abriendo aparatos para ver qué llevan dentro. Ahora está construyendo un helipuerto con un montón de objetos que ha ido encontrando por casa y que iban destinados a convertirse en basura.
Hola Irene. Aquí propuse desguazar algunos juguetes antiguos para “investigar sus mecanismos” pero a mi hijo de 5 años le da mucha pena. Me dice “pobrecitos, son mis juguetes de cuando era bebé”. Así que no le interesa el desguace. Si le ha encantado el tema Rube Goldberg maquines. Y estamos haciendo nuestras pruebas en casa. Iré compartiendo nuestros avances. Gracias por las propuestas tan divertidas con sentido para la infancia.
Claro, no todas las propuestas tienen que interesar a tod@s los niñ@s. Tampoco tiene que ser con sus juguetes si le da pena, pero si alguno ya no funcionase podría “vaciarse”. A mi hijo cuando era pequeño que le regalaron un peluche que era bastante duro porque tenía un mecanismo y caminaba. Era un mono, pero se parecía a ese tipo de perritos que caminan solos. El mecanismo como suele pasar en esos juguetes bastante rápido dejo de funcionar, así que lo “operamos” con cuidado, le retiramos el mecanismo y rellenamos a Monito con nuevo relleno para curarle. A partir de entonces se convirtió en un peluche blandito que fue uno de los preferidos de mi hijo mucho tiempo. El mecanismo lo hicimos funcionar de nuevo con otra batería y creamos diferentes muñecos desmontables que se movían con él.
El recuperar “piezas” no tiene por qué ser solo de objetos desguazados. Se puede hacer por ejemplo con objetos naturales. Nosotros estamos ahora recogiendo diferentes materiales naturales para que sirvan de piezas de nuevas composiciones y creaciones. Cuando lo tengamos avanzado os lo enseñaremos. Por ahora os invitamos a recuperar materiales en casa (corchos, tapones, tornillos, etc. ) o intentar buscar materiales en vuestros paseos. 🙂
Gracias Irene. Estamos en ello.
Irene, cuando cacharreais los niños y niñas utilizan herramientas? O son los adultos?
L@s niñ@s usan herramientas. Les interesan mucho y les ayuda mucho con la motricidad fina. Nosotros estamos para ayudarles si necesitan pero intentamos ayudarles enseñándoles más que haciéndolo, siempre que es posible. Si un tornillo por ejemplo está atornillado muy fuerte, puedo iniciar el giro pero dejaría que el resto lo hicieran ell@s.
En la pedagogía Montessori las herramientas que utilizan son las de verdad, destornilladores entre ellos… adaptados a sus manos… lo mismo que en algunos países como Alemania, donde utilizan navajas para trabajar, construir y crear con elementos naturales. Imagino que habrá más países. Aquí todavía existe precaución para que no les pase nada a los niños, cuando lo interesante es conocer su buen uso para evitar accidentes. Mi duda es si tomáis alguna medida con materiales” tóxicos”. En alguna ocasión mis compañeros me comentaron que las ruedas que utilicé para una provocación motriz eran tóxicas y no debía utilizarlas (ruedas, cuerdas, mandriles de cartón y tablas de mesas) en un pinar… crearon un parque de atracciones con tirlolinas trepas y equilibrios… En el caso de materiales electrónicos desconozco si hay muchos o si son perjudiciales en su uso con niños. ¿Cómo lo abordáis?
Evitamos las cosas más tóxicas o peligrosas y con el resto que también tienen por supuesto sus limitaciones y posibles peligros, intentamos manipularlas y enseñar a usarlas con responsabilidad, ya sean herramientas o aparatos que estemos desmontando etc. Sí que hay componentes electrónicos que pueden ser tóxicos y hay electrodomésticos que nosotros evitamos, pero los que usamos habitualmente teniendo un poco de cuidado se pueden manipular. También acostumbramos a lavarnos las manos, etc. Como con cualquier otra cosa, yo creo que es importante ser prudente, pero sin que esa prudencia sea tan protectora que acabemos pensando los objetos solo desde sus posibles peligros, porque en ese caso puede llegar un momento que no hagamos nada. Llevar esa postura al extremo puede ser también peligroso. Conozco contextos donde se ha basado todo en la seguridad de l@s niñ@s y llega un momento que esa visión impera tanto que l@s pequeñ@s ya no pueden experimentar. Llevo años trabajando en Francia en escuelas infantiles 0-3, por ejemplo, donde esta visión higienista está tan arraigada que uno de mis trabajos fundamentales en formación es intentar desmontarla para que ampliar el tipo de materiales y objetos con los que l@s niñ@s pueden jugar.
Hace poco se estropeó el ratón del ordenador de casa. Por curiosidad, lo desmontamos y mi hijo convirtió alguna de las piezas de la carcasa, en una navecita. No lo documentamos ni lo conservamos ya. Tampoco supimos aprovechar la parte electrónica pero el mero hecho de desmontarlo ya fue muy interesante. Seguiremos experimentando, observando y aprendiendo.
En la mayoría de los casos desgraciadamente la parte electrónica no es recuperable, porque mucha de la tecnología que utilizamos habitualmente está hecha de forma cerrada, de manera que cuando un pequeño componente se estropea, todo el objeto se desecha. Es extremadamente irresponsable. Es urgente que rediseñemos la manera en que hacemos las cosas. Nosotros recuperamos los componentes en la mayoría de los casos para hacer otros objetos como comentas o recuperando las partes eléctricas. Algunas veces desoldamos cosas para reutilizar pero casi más con fines pedagógicos que porque realmente sea útil hacerlo así. Las placas las utilizamos tal cual, como objetos. Cuando acumulas muchas se generan paisajes que nos permiten imaginar muchas cosas. Son como ciudades futuristas en miniatura…..
Después de ver el vídeo de Rejuega donde muestras, entre otras cosas, los pequeños robots que creasteis con chavales de instituto explorando los grafismos, se me ha despertado una gran curiosidad por el tinkering, así que ya tengo una nueva cosa a aprender y una motivación para acercarme a la electrónica.
Sobre lo que comentas, los coches de ahora están hechos así. En algunos ya ni podemos cambiar una luz fundida por nuestra cuenta, están diseñados para tener que pasar siempre por el taller, el motor ya no se ve y, como todo ya, su obsolescencia está programada para que duren menos que los coches de antaño. Lo mismo pasa con otros tantos objetos. Nos estamos enterrando en nuestra basura. Conocer esto, ayuda a fomentar un consumo más responsable.
Estoy de acuerdo en que las placas tienen un atractivo estético. ¡Otra cosa a acumular a partir de ahora!
El tinkering es apasionante sí… Tiene muchísimas opciones de desarrollo. Me gustaría más adelante poder hacer un curso también sobre esta temática en específico.
muy bueno , muy interesante . Se me ocurre quizás con teclas o cosas de iluminación que no sirvan mas
Qué bonito
De las pocas veces que siento envidia por los informáticos de mi facultad es cuando entro en su lugar de trabajo y veo miles de piezas de máquinas que ya no funcionan esperando un nuevo lugar al que prestar su servicio. Mi incapacidad para ver la utilidad de cualquier cosa más allá de de para lo que fueron fabricadas las cosas y en perfecto uso, me hace sentirme inútil y resignado a depender siempre de la capacidad de otros más hábiles y creativos.
Lo de “cacharrear” desde pequeños me parece de una creatividad, utilidad y potencialidad increíble.
Estas a tiempo de jugar con ello Nicolás ;). Hay muchas posibilidades interesantes en el mundo de la electrónica y del hardware libre, como arduino y en el ámbito del cacharreo se puede empezar con cosas mucho más sencillas que solo utilicen pequeños circuitos eléctricos. Eso es con lo que empezamos con l@s niñ@s.
Hola a todos. Soy profesora de música y tengo muchos instrumentos deteriorados, como xilófonos, panderos rotos, etc. Tengo hasta el mecanismo de un piano viejo por partes. Nunca he querido tirar nada pero tampoco hago nada con ello. Siempre digo que los voy a rediseñar pero no lo hago. Si tenéis ideas de qué puedo hacer con cajas de resonancia de xilófonos y láminas de metal y madera por favor, decidme. Claro, yo quiero algo sonoro, que suene interesante.
Yo creo que ya tienes un poco la clave de tu proyecto: reconstruir objetos de exploración sonora “abierta” a partir de piezas de viejos instrumentos.
Digo abierta porque los instrumentos que comentas tienen una forma determinada de tocarse en general, una técnica. El hecho de fragmentarlos y reconstruirlos de alguna manera puede tener la capacidad de “liberarlos” para otro tipo de exploraciones sonoras.
A mí siempre me ha gustado cacharrear desde pequeño y crear mis propios juguetes. Y me sigue gustando: este fin de semana pasado estuve desmontando un motor y una bomba de agua que no funcionaban porque quiero construir una fuente un tanto peculiar (un inodoro dispersando agua sucia) para un proyecto audiovisual. Analizando mi infancia, creo que fue esencial para mí un juego de construcción que se llamaba el TENTE y que, según mi madre (un testimonio fiable) era mi juego preferido, supongo que por no estar muy estructurado y dejar vía libre a la imaginación. De hecho, a día de hoy todavía huyo de las cosas muy estructuradas y, bueno, siempre puedo echarle la culpa al TENTE. Este juguete en realidad se componía de piezas diversas que combinadas de diferentes maneras podían convertirse en lo que uno alcanzara con su imaginación. Pero claro, la cosa no quedó ahí, simplemente fue un campo de ensayos para luego construir mis propios juguetes: palos de golf, patinetes con rodamientos de la mina (provengo de familia minera), zancos de madera…Y creo que estas cosas me definen mejor que cualquier otra cosa. Por eso espero que las ideas que vertebran este curso puedan formar parte de la vida cotidiana de muchos otros niños…
Yo siempre he sido la “anti-ingeniera” ya que me llamaba mucho la atención de niña todo lo que era el arte y la creatividad pero en pleno movimiento y nada “técnico”. Desde que mi hija nació (y eso que aún es pequeña) siente una curiosidad super palpable por todo lo que hay dentro o por todo lo que hace funcionar las cosas, y desde hace un año (y en el confinamiento fue una gran afición) nos dio por eso. Cada cosa que ya no usamos o que se rompe, la abrimos…para ver qué hay. Cuando leía los otros apartados de curiosidad anteriores, me he dado cuenta de que mi mente se iba a esos momentos…a las ganas de indagar y la sensación de curiosidad y abstracción que eso me produce. Ahora ya le he puesto nombre a nuestra afición; cacharrear 🙂
Gran propuesta esta de los vídeos VHS veremos que se nos ocurre, decirte por si os sirve, que hace poco descubrí dedales de silicona para usar junto a las pistolas de silicona y evitar quemaduras, igual que hay guantes de bricolaje para niños, creo que van a ser dos de mis futuras compras a corto plazo, porque incluso yo de adulta me he hecho bastantes quemaduras con la silicona caliente y creo que pueden ser una opción interesante de seguridad.
Muy interesante lo del tinkering! Aquí comparto un video que me encantó espero que les guste.
https://www.youtube.com/watch?v=QuiZpfYgC3o&list=RDCMUCR4I4iSvzltLN_WumwIBC3Q&start_radio=1&rv=QuiZpfYgC3o&t=0
El ‘tinkering’ ha sido una novedad maravillosa. En casa, lo practico con mis hijos y el mayor, de 6 años, se pasa el día abriendo aparatos para ver qué llevan dentro. Ahora está construyendo un helipuerto con un montón de objetos que ha ido encontrando por casa y que iban destinados a convertirse en basura.
Tenemos en casa juguetes bastante viejos. Voy a trabajar con mi hijo para desmontarlos y a ver qué surge. Ya hablaré sobre los resultados. Un saludo.
Qué buena idea. Pues lo haré y se lo diré a mis hermanas para que lo hagan con sus hijos!
A ver si convenzo a mis hijas para desmontar los juguetes que ya no funcionan, que siempre los quieren guardar de recuerdo…