Justamente hoy he visto en redes sociales una actividad que consistía en dibujar una parte de algo (por ejemplo de un árbol) y que la persona continuara el dibujo pero no podía dibujar lo primero que se intuía que era. Es decir, si el dibujo era la mitad de un árbol, la persona tenía que continuar el dibujo pero en ningún caso se podía dibujar un árbol. De la mitad de un árbol una persona ha hecho una oveja con piernas largas. De la mitad de una caja esa persona ha dibujado un coche. Y así con varios objetos y elementos. Pienso que sería una buena práctica para nosotros y para potenciar nuestra imaginación y curiosidad.
Mi ejercicio ha sido asombrarse y tener curiosidad por los pájaros en mis recorridos en el bosque y luego en mi entorno más directo. Ya puedo reconocer algunos pájaros por su sonido y mantengo curiosidad de qué hacen durante el día y cómo se comunican con los otros.
Considero que es cuestión innata, ya que el tener tantos conocimientos de un objeto nos hace ser menos curiosos y, como bien dices, hay que entrenar esta curiosidad. Esto me ha hecho recordar que estuve en una formación donde nos ponían objetos de diferentes tipos de materiales, y me sentí que no sabía nada más que usarlos de forma básica y con el uso que tienen…. y supongo que es por eso, se lo das a un niño y haría muchas cosas….sin embargo a los adultos nos “coacciona” esta experiencia. Hay que trabajarlo, sí!
Es muy importante acompañar a los niños en el juego y es verdad que la curiosidad es innata en ellos pero es interesante que el adulto sea también curioso, para que ellos sean aún más curiosos
Me ha gustado mucho la frase “Que la curiosidad nos guíe”, efectivamente, muchas veces los procesos creativos van enfocados a una producción final, y muchas veces dejamos de lado dejarnos guiar por aquello que nos da placer, el solo crear por crear, experimentar por experimentar… En nuestra escuela proponemos siempre bastantes propuestas que inviten a esto, al gozo, a la curiosidad, al explorar… Me apunto también las distintas formas de mirar, son acciones muy sencillas pero que no siempre hacemos. Gracias por compartirlo!
En cierto modo es lo que hago con un papel y un bolígrafo. Me gusta tener cuadernos en blanco y, de vez en cuando escribir sin orden ni pretensión. A veces mientras escucho música, escribo parte de las letras que escucho, frases que me vienen a la cabeza, hago borrones, juego con las letras y las modifico… Incluso a veces mientras veo la tele, transcribo. Esto a veces me lleva a tener ideas y escribir algún verso. Muchas otras arrancó los papeles y los reciclo…
Es una práctica que me desconecta y me relaja.
A mi me cuesta mucho esto. Siempre trato de buscar una utilidad. Para mis hijos, para mis clases, para mi, para fotografiar, para inventar…Vivo con prisa en general, algo que no me gusta, pero que de momento es mi realidad.
No voy a mentir, en el peor mes del curso académico para mi, no he sacado un rato para esto.
Si que hay algo que hago cuando salgo a correr sin ninguna finalidad aparente. Hago combinaciones de ritmos en mi cabeza siguiendo el pulso de mis pasos y respiraciones y me gusta escuchar cómo son los pasos según piso hojas, césped, suelo mojado o seco, cemento, baldosas sueltas. A veces hasta pruebo a pisar distinto a ver si sueno diferente. Pero sin más, no me lleva a nada más que eso. Me he fijado en que no me gusta escuchar música cuando corro porque la hago yo en mi cabeza con lo que me ofrece el entorno. Quizás mi ejercicio sea observar más detenidamente este proceso. Ahora temo que al volverse consciente se convierta en algo con una finalidad.
Sí, es un reto de la sociedad contemporánea que se agudiza aún más en las mujeres, madres en muchos casos, que vivimos en una batalla perdida de antemano de llegar a todo.
Si se trata de dejarse llevar sin un fin productivo, necesariamente me viene a la mente la escritura automática. A cualquier edad, un material que “manche” y un “lienzo” y me pierdo durante horas.
Pero si se trata de buscar esa fascinación del momento en algo cotidiano, diré que últimamente me ha dado por ver cómo crecen los garbanzos al dejarlos en agua durante unas cuantas horas. No sé si servirá para esta práctica, pero es realmente fascinante.
Es maravilloso poder conectar con la curiosidad, mis hijos han sido grandes maestros en eso, más allá de mi curiosidad natural por toda una vida, conectada al arte visual. Mi curiosidad por la materialidad, la exploración de materiales es algo fascinante desde niña para mi, y sigue despertando un interés inusitado, aún en la actualidad.
Lo que cuesta en la actualidad, es desconectar eso de la productividad, pensar en la curiosidad sólo como placer, descubrimiento, disfrute, sin pensar en el hacer para:………
Gracias por la inspiración
Gracias por volver a poner en nuestro centro ese motor especial que es la curiosidad y que es como un duende picarón que debemos dejar hacernos cosquillas para vivir con chispas.
La verdad que me es más fácil dejarme guiar por la curiosidad de los niñ@s, que son los maestros en esta competencia, y con ellos y a través de sus miradas y exploraciones logró reinventarme. Trabajar con ellos durante todos estos años me ha permitido abrir puertas insospechadas, que se han transformado en bases de trabajo para las capacitaciones con jóvenes y adultos que desarrollé.
Abrir puertas sin saber siempre a donde me llevaras, con la confianza que algo nuevo aparecerá, algo inedito, sorprendente,
es aceptar también la gratuidad de los instantes. Reto difícil en nuestra sociedad, pero vale la pena!
Experimentar sin una finalidad práctica. POR DIOS, SÍ. Esto debería ser una ley sagrada. Sería un infierno tener que encontrar algo interesante o bello cada vez que muevo una mano o abro la boca… sería tan estresante que si ese hubiera sido mi modus operandi, a día de hoy, mi obra sería inexistente, cero pelotero, rosco, caca de vaca. La mayoría de artistas profesionales cuando decidimos afrontar una nueva creación, primero elegimos elementos que pueden servirnos para desarrollar nuestra idea y después, pasamos muchas, muchas horas conociendo las características de esos elementos, sus límites, su potencia, sus múltiples significados, con qué combinan o contrastan bien… Sí señor, los artistas a los que nos pagan pasta por subirnos al escenario pasamos meses encerrados en nuestros locales haciendo auténticos churros con cosas. La gran mayoría de esos churros serán material de deshecho, pero el resto de churros (los churros que sí), probablemente se convertirán en piececitas que utilizaremos en nuestra nueva creación. Es como buscar oro, primero mucha piedra y mucho barro y luego…tatatachán… la glory.
A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de dar formaciones para profesionales y para no profesionales de la danza y la música, y cuando trabajo con no profesionales, tengo que invertir por lo menos un mes en derribar muros y romper juicios. UN MES ENTERO para que las personas se den el permiso de jugar, de escucharse y seguir su instinto.
Y ahora me pongo de rodillas y os suplico: por favor, no uséis las prácticas artísticas para haceros daño, ni para sentiros menos que otros. Por favor no las uséis para llegar a conclusiones de mierda de este tipo: “es que yo no tengo ritmo”, “es que yo no soy creativa”, porque esas sentencias hacen daño… Las prácticas artísticas sirven para sentir, para escuchar(nos), para conectar(nos), para volar.
Esta noche, cuando se duerman mis niñas voy a grabarme una impro con lo primero que se me ocurra y os la voy a compartir aunq sea la porquería más porqueriosa del universo.
Si tuviese que destacar una de las cosas más útiles que aprendí en la carrera de Bellas Artes destacaría la idea de aprender a mirar, mirar los pequeños detalles, mirar desde puntos de vista diferentes para descubrir lo nuevo en lo cotidiano manteniendo esa capacidad de la sorpresa del niño de la que hablas en el vídeo. Uno de los ejercicios que hacíamos durante estos años era salir a la calle, escoger a una persona y seguirla sin ninguna pretensión más que la de seguirla y ver a dónde nos llevaba.
Años más tarde, durante los dos años de estudio del máster de arateterapia. Hicimos otra experiencia parecida, pero esta vez sin seguir a nadie… en una excursión nos dedicamos a deambular por un pueblo, sin más pretensiones que las de observar y tomar alguna fotografía si queríamos de cosas que nos llamasen la atención. En mi caso recuerdo la experiencia pero tan solo recuerdo una fotografía en concreto: un placa llena de circuitos y cablecitos que encontré en el suelo. Le hice una foto, esos entramados complejos para mí representaban una inmensa maraña de colores, formas y líneas, una auténtica obra de ingeniería creada por un genio y contenida en una plaquita más pequeña que la palma de mi mano.
Ahora y, desde que vivo en Vigo, he tenido la inmensa suerte de seguir desarrollando mi amor y pasión por la búsqueda de la belleza en el patrimonio industrial. Os dejos algunas de mis últimas fotografías en el Foro. En muchos casos estas fotografías fueron tomadas sin pensar, sólo me guié por la intuición que me decía que algo había ahí, en esa escena. En muchos casos no hay más pretensión que la de capturar colores, formas, manchas… sin buscarles un sentido o una explicación. Sólo observo lo que me resulta bello, y es curioso que lo industrial siempre sea para mí una fuente inagotable de maravillosas formas.
Los momentos en los que me siento más inspirada y en los que me dejo llevar por mi curiosidad, han sido los momentos en que en el aula propuse a l@s niñ@s encuentros con materiales sin ninguna agenda de mi parte. Cuando la propuesta ha sido solo explorar y ver de cuántas maneras diferentes estos materiales podían ser usados, sin un fin, sin la idea de un producto.
“Curiosidad” es precisamente una palabra sobre la que he pensado bastante durante el confinamiento. Entre mis amistades tengo una amiga y un amigo a los que me gusta llamar mis incondicionales, porque es raro que rechacen un plan por estrambótico que parezca. Rara vez me habrán contestado un ‘no me apetece’. Ya puede ser un paseo campestre, que una fiesta de disfraces o la presentación de un libro. Durante el confinamiento nos embarcamos los tres en un taller de danza online bastante peculiar y me alucinó bastante que nos liasemos a hacer algo así y en la distancia, así que ese alucine me dio que pensar. Lo cuento porque mi conclusión final fue que principalmente, nuestro gran nexo de unión es esa curiosidad variopinta que ojalá mantengamos con el paso de los años.
La curiosidad es una de las grandes fortalezas que recoge la psicología positiva y los niños ayudan mucho a mantenerla en forma.
En mi trabajo observo que cuando una persona mayor pierde la curiosidad por prácticamente todo es otra manera de dar fin a la vida. Aunque sigan respirando, si sus mentes ya no tienen ni el mínimo interés por este mundo se convierten en personas esperando su hora. Es realmente demoledor acompañarles en esa espera sin encontrar nada que les motive. Como si todo les diese igual.
Es por esto que cuando leo sobre mantener y fomentar la curiosidad en los niños, me resulta un tema de vital importancia literalmente. Ahora que os escribo todo esto pienso que debe haber pocas cosas más tristes que un niño sin curiosidad.
Aprovecho para agradecer la cantidad de profesionales de la enseñanza que están haciendo este curso que les va a ayudar a mantener viva esa llama y que además están comenzando por ell@s mism@s.
Removedor, de principio a fin (sobre todo el fin, gracias).
Me esta costando mucho desconectar, para conectar. Intento dejarme llevar para despertar mi curiosidad y creatividad (que la tengo en grandes cantidades, a veces no la encuentro, pero sé que esta) , pero me invaden miles de pensamientos, de tareas pendientes y kilos de trabajo que tengo que tener listo antes de que llegue septiembre.
Lo único que puedo decir, es que aunque no lo consiga dentro de este tiempo establecido, lo voy a hacer, no quiero dejar a medias esta chispa que has encendido.
Y lo dejo por escrito, para que tenga más validez.
Gracias.
Esta práctica ha tenido un regusto agridulce para mí. Me ha recordado a mi adolescencia cuando buscaba insaciablemente pareidolias, relaciones curiosas de algunos elementos y estaba con todos mis poros abiertos deseando conocer quién sabe qué misterios.
Me puse triste porque sentí que había dejado de hacerlo hace mucho tiempo, algo de esta curiosidad se atrofió en algún momento.
El otro día en la costa intenté dejar por un momento ese traje de “soy adulta y sé cómo son las cosas” y estuve jugando con las texturas de diferentes algas y rocas. Y sintiendo muy concentrada los cambios de temperatura en mi cuerpo…
Yo creo que la mayoría nos perdemos regularmente, nos olvidamos, nos despistamos en otro montón de ocupaciones algunas tediosas y otras encantadoras. Pero siempre hay que buscar momentos de “regreso al hogar” como diría Clarissa Pinkola Estés, de volver a conectar con nuestra curiosidad y creatividad. Cada una lo hacemos de manera diferente. A veces nos pasamos años lejos de nosotras mismas y acabamos con la piel del alma hecha tiras. Pero siempre cuando llega el momento podemos recordar el camino de vuelta a casa.
Esto es lo que desarrolla maravillosamente Pinkola Estés, en su libro “Mujeres que corren con lobos”, cuando narra y analiza el cuento de “Piel de foca, piel del alma”.
Gracias por compartir estos momentos tan personales con nosotros. Me han devuelto a la infancia. Preciosa la melodía al piano, me recuerda a la duendecilla mágica “Sor Luisa” que nos hacia tocar con una venda, melodías que conocíamos, que nos hacía bailar las melodías de otros y nos quitaba de vez en cuando la tapa del piano, para enamorarnos más de este instrumento, me lo has recordado ayer. En su momento me frustraba no tocarlo, ahora me da tranquilidad sentarme y tratar de recordar alguna melodía o leer alguna partitura, sin pedir más.
Durante el confinamiento me ha pasado como a mucha gente, el no parar, la frustración por no llegar a todo, agotamiento…, sentimientos contradictorios… Hasta que llegó la reflexión y PARAR… dar tiempo a la familia primero, organizar esos tiempos y en ellos dejar fluir, atender a las necesidades de mi familia y de las familias de mi aula. lo que si dejé bastante relegadas fueron mis necesidades… Leer, coser, descansar de “hacer”… En ese tiempo esta práctica me hubiera resultado imposible.
Ahora estamos de vacaciones y lo primero que he hecho ha sido dedicarme tiempo, y en este tiempo y en este lugar que me lleva a la infancia de nuevo, se despiertan mis sentidos. Bajando a la playa en el camino entre pinos eucaliptos, laureles… mi olfato ha despertado de nuevo, el olor de la menta, del eucalipto y del anís, con el olor de fondo del mar y las algas al sol. El tacto de los helechos y su forma , la geometría perfecta, que me fascina, de la flor de la pasión, el sabor de las moras, los colores de las Lantanas, las gamas de verdes, en el paisaje y la de los azules del mar, y el brillo de la arena como pequeñas estrellas brillando a la luz del sol… Este paseo hacia la playa suele convertirse en eterno, disfrutando cada paso con lo que aporta a mis sentidos.
Llevo unos días observando una mariposa que se acerca al jardín. Tiene un vuelo muy peculiar, lento, pausado y acompasado. Se acerca, planea en una zona con mas viento se aleja y se vuelve a acercar. Ayer la grabé en este recorrido y luego observé posada en las Lantanas. Mi hija me acompañó en este observar, vimos muchas más, revoloteando juntas, danzando, libando, acercándose y alejándose. Hoy volveremos a observarlas. Os dejo imágenes y el video en el hilo.
Un placer dedicar estos tiempos conscientes en todos los sentidos. Gracias.
Me ha emocionado mucho el vídeo. Los martillos del piano y la melodía final me llenaron de calma y me dejaron con la vista clavada, absorto y sin prisa . A veces parece que nos hemos olvidado de todas estas cosas sencillas y llenas de sentido que a mí, particularmente, me llevan a la niñez. A ese tiempo en donde uno hacía por hacer casi siempre dejándose llevar por la emoción y el placer de jugar, sobre todo en esos veranos interminables.
En mi caso he estado varios días nadando en la playa que tengo cerca de casa y buceando sacando fotos y videos de peces, mantas, cuevas con pulpos, algas de colores,…
Hola, a lo que he dedicado bastante tiempo durante el terrible confinamiento ha sido a observar por mi ventana y descubrir muchas cosas que no sabía que podía ver desde ella y cómo esas cosas cambiaban en función del momento del día o de la meteorología. He descubierto que puedo ver una cadena montañesa y he llegado a verla con nieve, la casa de una amiga, el pueblo de un amigo, dos depósitos antiguos de agua, letreros luminosos…
¡Hola!
Me encanta, sobre todo, porque lo hago muy a menudo 😂
Es verdad que cuando ya estás “en el ajo” muchas veces te estancas o utilizas recursos repetidos… Nunca hay que dejar de jugar 😊
Casualmente Irene, en este confinamiento nos hemos dedicado a plantar semillas y observar su desarrollo. Hemos creado un huerto y flores para que también se acerquen las abejas a polinizar las flores … Hemos visto cómo crecen, como se marchitan, cómo algunas se secan (nos hemos preguntado por qué), cómo de algunas flores y semillas salen frutas y verduras y nos los comemos (colores, texturas, sabores…).
También las hemos explotado, visualmente, les hemos sacado fotos, las hemos visto con lupa, con microscopio, hemos dibujado con ellas (metiéndolas en pintura, estampandolas en un lienzo…) Y me dejaré un montón de cosas 😅
Por otro lado, yo tb fui músico (y digo fui porque hace mucho que no toco nada). Tocaba el fagot y el piano (como instrumento complementario) y siempre he ha encantado el saxofón, así que hace 1 año me regalaron uno. Es uno de mis “pendientes” pero tiene un objetivo muy claro por lo que lo he descartado para esta actividad…
Y ya por último, hace 4 días fui de compras y me provocaron mucha curiosidad los filtros de café, por lo que me compré una caja con 100 unidades. Sin ningún tipo de objetivo, por lo que creo que va a ser este el material que explore. Os iré contando.
… e o dia não podia ter terminado de melhor forma.
Ao contrário da Irene, ao ouvir o maravilhoso som do piano, não me foquei no movimento dos martelinhos. Senti necessidade de fechar os olhos e contemplar este momento tão bom cheio de emoções. A primeira parte da música trouxe-me calma, levou-me a relaxar, mas depois envolvi-me de tal forma que senti arrepios, emocionei-me e ao mesmo tempo que as lágrimas corriam, tinha um bom sorriso estampado no meu rosto. Foi tão bom, que voltei a ouvir e a querer viver novamente estes sentimentos, estas emoções.
Que som tão bonito. Vou ouvi-lo hoje uma última vez e vou trocar a rede, o céu por esta melodia que levo em meu pensamento para uma linda noite de descanso.
OBRIGADA
Confesso que este confinamento está a ser maravilhoso para mim. Acordar sem despertador, fazer as refeições em família, aproveitar as manhãs para as leituras, as tardes para brincar e apanhar sol, e ter as noites para mim, para me encontrar. Sinto-me uma felizarda, e agradeço-o todos os dias ao universo!
Sou também uma pessoa que adora o sol, e como sou gratificada pela linda paisagem que me rodeia, aprendi, e apercebi-me do quanto me faz bem e me acalma sentar-me na minha janela, respirar o ar puro e apreciar as árvores, as flores, que levam-me a vaguear pelos jardins de Claude Monet, quando estou mais melancólica, ou, outras vezes, mais divertida, a brincar na selva de Rousseau. Após os lanches, aqueles bocadinhos em que me sento na minha janela, são tempos sagrados, onde medito, onde me acalmo, onde recupero energias.
Mas não posso deixar de falar, nas noites em que me deito na rede, na minha varanda e contemplo o céu. Aí volto a ser criança. Procuro desenhos no céu, conto estrelas, falo com a estrelinha mais brilhante que me lembra o meu avô, admiro a lua e de tanta curiosidade chego mesmo a ir buscar o telescópio da minha filhota para me ajudar a contemplar o céu. E talvez pela admiração que tenho pelos pintores, visualizo muitas vezes na minha mente o quadro “Noite Estrelada” de Van Gogh! Ah, que saudades que tenho de voltar a pegar no pincel e pintar uma tela…
Apreciar o céu, é para mim um tempo de relaxe, um tempo de paz, que me tranquiliza antes de uma noite de sono.
Um abraço carinhoso
Mi interés por la cosmética natural me ha llevado estos días a hacer mis propios “potingues” y a mezclar diferentes tipos de alimentos para crearlos; desde exfoliantes capilares, mascarillas capilares y faciales o cera casera para depilación.
Azúcar panela, huevo, aguacate, aceites, plátanos o miel han sido los protagonistas.
El confinamiento nos está privando de libertad, de personas, de relaciones sociales, pero a cambio nos está permitiendo disfrutar de algo que antes no tenía “el tiempo” y me cuesta, no estamos acostumbrados a parara nuestros ritmos frenéticos para tan solo “jugar, disfrutar” sin conseguir un fin como tal.
En casa siempre tenemos fotos, a veces en álbum, a veces en cajas a veces sueltas…siempre aparece alguna extraviada que me lleva hace volver a ese momento, como tengo “tiempo” las he sacado, es tan divertido cuando la encuentras, enseguida ese papel te hace recupera el recuerdo del momento vivido, me traslada a ese momento efímero en que todo se une, soy capaz de volver a ese momento exacto, vuelvo a ver esas cara, esas sonrisas, sus miradas soy capaz incluso de revivir los olores y parece que los que ya no están siguen ahí, que los que están lejos vuelven a estar tan cerca…por momentos volvemos abrazarnos, viajamos a nuestro lugar, incluso recuperamos momentos olvidados que nos hacían tan feliz… Poder simplificar momentos, personas, lugares en un pedacito de papel es tan importante.
Todo cambio ofrece siempre nuevas oportunidades. Éste es un aprendizaje que sería fundamental llevar a la escuela donde muchas veces los cambios se perciben tanto como una amenaza. Este periodo ofrece oportunidades fundamentales de cambio. Estará en nuestras manos el saber o no aprovecharlas.
Me siento identificada con el caso de sara, de la playa y las caracolas. Desde pequeña el baile me ha acompañado, no desde la forma que quisiera ya que cuando me fui haciendo mas mayor lo fui abandonando y paso a ser algo imaginativo. Cuando mi autestima esta mas baja utilizo la musica para ebadirme la cual hace que me lleve a recrear movimientos libres que me hacen sentir como que estuviese bailando. Durante este confinamiento las miradas en la ventada al observar como el aire movia cierta naturaleza me hacian llevar a esa misma sensacion que tenia al ponerme musica. Y no solo eso sino el movimiento que a veces mi hijo hace con sus pañuelos de juego me hacen ver, sentir movimientos de baile. Esos movimientos se acabarian transformando en figuras, curvas espirales…
Me ha encantado esta propuesta! Como algunas habéis mencionado, antes de este periodo de confinamiento, muchas veces estábamos de aquí para aya, y se nos olvidaba conectar y observar.
Con el ejemplo de las flores, en el grupo de consumo que participo, una pareja cultiva flores y puedes comprar ramos, estos días las he ido observando como se iban marchitando, viendo el proceso entero, el cambio del agua, los pétalos cayendo, secándose, otros no… Y cuando has mencionado el piano a mi me pasa lo mismo con el dibujo, me encanta pero no saco tiempo. Estos días de confinamiento, después de la segunda semana me puse a dibujar y ahora todos los días estoy sacando un rato para perderme con los colores y formas, puedo decir que entro en el flow, donde la concentración es máxima, y el motor el placer que siento en ese momento. Estos días he estado mezclando tintas y rellenando formas, sin buscar una finalidad. Es un regalo y como has dicho muy importante entrenarlo! No se si habéis leído el libro de Imma Marín, ¿Jugamos? Le da mucha importancia a la actitud lúdica. Eskerrik asko!!
Buenas tardes.
Un ejercicio muy alentador y necesario. Los adultos nos hemos olvidado de muchas cosas importantes y los niños vienen a recordárnoslas. Pero necesitamos ese entrenamiento que propones en este ejercicio para comunicar con nuestro niño interior y así luego poder conectar con los niños que nos rodean, sean alumnos, pacientes o hijos.
Me ha costado la verdad, encontrar algo donde dejarme llevar sin un fin productivo. Los últimos 20 años de mi vida han sido precisamente conseguir productividad. Y eso de divagar en los pensamientos de manera onírica y casi poética no me parecía “rentable”. Si soy capaz de disfrutar del sol o de un paseo por la playa. Pero siempre está en mi pensamiento pues que es saludable, que me relaja del estrés acumulado (para poder llenarme después otra vez porque es lo que toca). Este placer que me produce la playa me ha llevado al cuenco de caracolas que guardo. Y a sacarlas y observarlas, con lupa. A tocarlas y a chuparlas. A ver si sabían todavía a mar. Pero no he podido remediarlo. Las he clasificado. Y después las he colocado haciendo un círculo. En la clasificación han salido varios grupos. Me ha sorprendido el grupo de las “muy rotas” porque me han hecho pensar en la erosión y en lo que el paso del tiempo y los golpes han producido en esas caracolas. Lo cierto es que han desvelado su belleza interior. Ese espiral tan bello como una columnita de mármol perfectamente tallado. Suave. Así que “las muy rotas” han sido al final las más observadas.
Las fotografié por la noche cuando hice esta actividad con luz artificial. Tb por la mañana con otra luz. Después las he mojado y han quedado preciosas y brillantes.
Muy agradable pasar ese tiempo con las caracolas.
Gracias.
Buenos días, me encantó leer toda esta reflexión entorno al respeto por la curiosidad que nos genera aquello que nos rodea o nos genera interés. Creo que precisamente ahora es cuando nos paramos y nos damos cuenta de pequeñas cosas que en la rutina “normal”, a veces (o demasiadas veces) muy cargada, se nos pasan.
Has hablado del TIEMPO. A veces en los colegios se pretende que los niños y niñas sean creativos, pero se les da un tema muy concreto y un tiempo limitado y dentro de ese, “teneis que ser creativos”.
He estado pensando en como damos lugar a todo esto en el colegio donde trabajo y me he seguido “enamorando” de él. En el colegio tenemos ambientes de libre circulación, donde los niños y niñas pueden desarrollarse, hacer investigaciones, crear en el ambiente de arte, llevarse un trabajo de un espacio a otro para complementarlo… Igualmente relaciono todo esto con la importancia de mantener diferentes planos de intervención con ellos y de especialmente la gran importancia que tiene el tercer plano, el observar a los niños: qué les sorprende, qué materiales les llaman más la atención, com quien y cómo se relacionan, cómo se sienten en un momento, espacio, ante una propuesta… Es eso precisamente lo que nos lleva posteriormente a poder ofrecer directa o indirectamente a los niños unas propuestas que les generen nuevos intereses.
Durante este año he intentado precisamente poner atención a este “mantener un tercer plano” y aunque me queda mucho por aprender, creo que ya he hecho un paso muy importante que es el ser consicente y el valorar su gran importáncia.
Estoy de acuerdo con el hecho de que nosotros, como adultos, somos los primeros que tenemos que “entrenarnos” y está bién compartir también con los niños nuestras curiosidades, nuestros desubrimientos…Es una forma de que vean que siempre hay cosas por descubrir, nuevos aprendizajes, intereses…
Soy una persona muy activa y muchas veces me cuesta centrar mi atención en una sola cosa y todo esto también me ha servido para reflexionar sobre ello y ir “soltando”.
Cada vez sois más los proyectos que trabajáis de esta manera. Siempre me llena de alegría escucharos. Si te apetece compartir más seguro que sería interesante para todas si nos puedes hablar más de tu centro, con que edades trabajáis y como organizáis tiempos, espacios, etc. 🙂
🙂 Sí, las puedes compartir en el foro de la formación. He creado un hilo que se llama curiosidad para ello pero en cualquier momento podéis también crear hilos de foros en los que queráis compartir cosas. ¡Gracias! https://formacion.createctura.es/forums/topic/curiosidad/
Cada dia camino 25 vueltas por el campito de mi casa , 25 dan para entrar en un estado de, pues no sé como explicar, un poco ausente y a la vez fijando la mirada en las cosas que más percibo, la textura del suelo que va cambiando, de barro apretado con piedras, a hojas chafadas por mis pisadas, camino hecho de tanto pasar con las plantas secas…i unas plantas altas que me envuelven y se mecen con el aire. Los colores también van cambiando en la vuelta que se repite por 25 veces..de gris, a oscuro, a marrón, a verde, a pajizo…y vuelta a empezar.
He hecho fotos pero no sé si las tengo que poner o donde.
Hola, empecé con esta práctica para ir alternando con la teoría. Me cuesta un poco pensar en hacer algo sin finalidad, la verdad. Estuve mirando unas hojas de plantas que había recogido y prensado, las puse en la mesa de luz y me puse a jugar superponiendolas y creando figuras nuevas y haciendo fotos (siempre estoy haciendo fotos de todo, no sé si cuenta como búsqueda de resultado, jajaja), aunque en realidad ver cómo veía la cámara lo que yo veía también era por jugar. Luego miro a ver si subo alguna foto. Salud!
Sí, a los adult@s nos cuesta simplemente jugar y sin embargo forma parte fundamental del proceso de generar nuevas ideas. Os invito a seguir practicando 🙂 Ello no quiere decir que en un segundo paso no puedas llevarlo hacia algo más práctico o concreto. Simplemente sería útil intentar que no sea el punto de partida, que no comencemos una exploración adelantando demasiado rápido hacia donde la vamos a llevar.
Justamente hoy he visto en redes sociales una actividad que consistía en dibujar una parte de algo (por ejemplo de un árbol) y que la persona continuara el dibujo pero no podía dibujar lo primero que se intuía que era. Es decir, si el dibujo era la mitad de un árbol, la persona tenía que continuar el dibujo pero en ningún caso se podía dibujar un árbol. De la mitad de un árbol una persona ha hecho una oveja con piernas largas. De la mitad de una caja esa persona ha dibujado un coche. Y así con varios objetos y elementos. Pienso que sería una buena práctica para nosotros y para potenciar nuestra imaginación y curiosidad.
Mi ejercicio ha sido asombrarse y tener curiosidad por los pájaros en mis recorridos en el bosque y luego en mi entorno más directo. Ya puedo reconocer algunos pájaros por su sonido y mantengo curiosidad de qué hacen durante el día y cómo se comunican con los otros.
Considero que es cuestión innata, ya que el tener tantos conocimientos de un objeto nos hace ser menos curiosos y, como bien dices, hay que entrenar esta curiosidad. Esto me ha hecho recordar que estuve en una formación donde nos ponían objetos de diferentes tipos de materiales, y me sentí que no sabía nada más que usarlos de forma básica y con el uso que tienen…. y supongo que es por eso, se lo das a un niño y haría muchas cosas….sin embargo a los adultos nos “coacciona” esta experiencia. Hay que trabajarlo, sí!
Es muy importante acompañar a los niños en el juego y es verdad que la curiosidad es innata en ellos pero es interesante que el adulto sea también curioso, para que ellos sean aún más curiosos
Me ha gustado mucho la frase “Que la curiosidad nos guíe”, efectivamente, muchas veces los procesos creativos van enfocados a una producción final, y muchas veces dejamos de lado dejarnos guiar por aquello que nos da placer, el solo crear por crear, experimentar por experimentar… En nuestra escuela proponemos siempre bastantes propuestas que inviten a esto, al gozo, a la curiosidad, al explorar… Me apunto también las distintas formas de mirar, son acciones muy sencillas pero que no siempre hacemos. Gracias por compartirlo!
En cierto modo es lo que hago con un papel y un bolígrafo. Me gusta tener cuadernos en blanco y, de vez en cuando escribir sin orden ni pretensión. A veces mientras escucho música, escribo parte de las letras que escucho, frases que me vienen a la cabeza, hago borrones, juego con las letras y las modifico… Incluso a veces mientras veo la tele, transcribo. Esto a veces me lleva a tener ideas y escribir algún verso. Muchas otras arrancó los papeles y los reciclo…
Es una práctica que me desconecta y me relaja.
Es muy interesante leer diversas maneras de acercarnos a la curiosidad en diferentes momentos 🙂
A mi me cuesta mucho esto. Siempre trato de buscar una utilidad. Para mis hijos, para mis clases, para mi, para fotografiar, para inventar…Vivo con prisa en general, algo que no me gusta, pero que de momento es mi realidad.
No voy a mentir, en el peor mes del curso académico para mi, no he sacado un rato para esto.
Si que hay algo que hago cuando salgo a correr sin ninguna finalidad aparente. Hago combinaciones de ritmos en mi cabeza siguiendo el pulso de mis pasos y respiraciones y me gusta escuchar cómo son los pasos según piso hojas, césped, suelo mojado o seco, cemento, baldosas sueltas. A veces hasta pruebo a pisar distinto a ver si sueno diferente. Pero sin más, no me lleva a nada más que eso. Me he fijado en que no me gusta escuchar música cuando corro porque la hago yo en mi cabeza con lo que me ofrece el entorno. Quizás mi ejercicio sea observar más detenidamente este proceso. Ahora temo que al volverse consciente se convierta en algo con una finalidad.
Sí, es un reto de la sociedad contemporánea que se agudiza aún más en las mujeres, madres en muchos casos, que vivimos en una batalla perdida de antemano de llegar a todo.
Si se trata de dejarse llevar sin un fin productivo, necesariamente me viene a la mente la escritura automática. A cualquier edad, un material que “manche” y un “lienzo” y me pierdo durante horas.
Pero si se trata de buscar esa fascinación del momento en algo cotidiano, diré que últimamente me ha dado por ver cómo crecen los garbanzos al dejarlos en agua durante unas cuantas horas. No sé si servirá para esta práctica, pero es realmente fascinante.
Es maravilloso poder conectar con la curiosidad, mis hijos han sido grandes maestros en eso, más allá de mi curiosidad natural por toda una vida, conectada al arte visual. Mi curiosidad por la materialidad, la exploración de materiales es algo fascinante desde niña para mi, y sigue despertando un interés inusitado, aún en la actualidad.
Lo que cuesta en la actualidad, es desconectar eso de la productividad, pensar en la curiosidad sólo como placer, descubrimiento, disfrute, sin pensar en el hacer para:………
Gracias por la inspiración
Gracias por volver a poner en nuestro centro ese motor especial que es la curiosidad y que es como un duende picarón que debemos dejar hacernos cosquillas para vivir con chispas.
La verdad que me es más fácil dejarme guiar por la curiosidad de los niñ@s, que son los maestros en esta competencia, y con ellos y a través de sus miradas y exploraciones logró reinventarme. Trabajar con ellos durante todos estos años me ha permitido abrir puertas insospechadas, que se han transformado en bases de trabajo para las capacitaciones con jóvenes y adultos que desarrollé.
Abrir puertas sin saber siempre a donde me llevaras, con la confianza que algo nuevo aparecerá, algo inedito, sorprendente,
es aceptar también la gratuidad de los instantes. Reto difícil en nuestra sociedad, pero vale la pena!
Experimentar sin una finalidad práctica. POR DIOS, SÍ. Esto debería ser una ley sagrada. Sería un infierno tener que encontrar algo interesante o bello cada vez que muevo una mano o abro la boca… sería tan estresante que si ese hubiera sido mi modus operandi, a día de hoy, mi obra sería inexistente, cero pelotero, rosco, caca de vaca. La mayoría de artistas profesionales cuando decidimos afrontar una nueva creación, primero elegimos elementos que pueden servirnos para desarrollar nuestra idea y después, pasamos muchas, muchas horas conociendo las características de esos elementos, sus límites, su potencia, sus múltiples significados, con qué combinan o contrastan bien… Sí señor, los artistas a los que nos pagan pasta por subirnos al escenario pasamos meses encerrados en nuestros locales haciendo auténticos churros con cosas. La gran mayoría de esos churros serán material de deshecho, pero el resto de churros (los churros que sí), probablemente se convertirán en piececitas que utilizaremos en nuestra nueva creación. Es como buscar oro, primero mucha piedra y mucho barro y luego…tatatachán… la glory.
A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de dar formaciones para profesionales y para no profesionales de la danza y la música, y cuando trabajo con no profesionales, tengo que invertir por lo menos un mes en derribar muros y romper juicios. UN MES ENTERO para que las personas se den el permiso de jugar, de escucharse y seguir su instinto.
Y ahora me pongo de rodillas y os suplico: por favor, no uséis las prácticas artísticas para haceros daño, ni para sentiros menos que otros. Por favor no las uséis para llegar a conclusiones de mierda de este tipo: “es que yo no tengo ritmo”, “es que yo no soy creativa”, porque esas sentencias hacen daño… Las prácticas artísticas sirven para sentir, para escuchar(nos), para conectar(nos), para volar.
Esta noche, cuando se duerman mis niñas voy a grabarme una impro con lo primero que se me ocurra y os la voy a compartir aunq sea la porquería más porqueriosa del universo.
Un abrazo
Un placer leerte y un placer haber visto la impro que nos compartiste. Gracias Elsa.
Si tuviese que destacar una de las cosas más útiles que aprendí en la carrera de Bellas Artes destacaría la idea de aprender a mirar, mirar los pequeños detalles, mirar desde puntos de vista diferentes para descubrir lo nuevo en lo cotidiano manteniendo esa capacidad de la sorpresa del niño de la que hablas en el vídeo. Uno de los ejercicios que hacíamos durante estos años era salir a la calle, escoger a una persona y seguirla sin ninguna pretensión más que la de seguirla y ver a dónde nos llevaba.
Años más tarde, durante los dos años de estudio del máster de arateterapia. Hicimos otra experiencia parecida, pero esta vez sin seguir a nadie… en una excursión nos dedicamos a deambular por un pueblo, sin más pretensiones que las de observar y tomar alguna fotografía si queríamos de cosas que nos llamasen la atención. En mi caso recuerdo la experiencia pero tan solo recuerdo una fotografía en concreto: un placa llena de circuitos y cablecitos que encontré en el suelo. Le hice una foto, esos entramados complejos para mí representaban una inmensa maraña de colores, formas y líneas, una auténtica obra de ingeniería creada por un genio y contenida en una plaquita más pequeña que la palma de mi mano.
Ahora y, desde que vivo en Vigo, he tenido la inmensa suerte de seguir desarrollando mi amor y pasión por la búsqueda de la belleza en el patrimonio industrial. Os dejos algunas de mis últimas fotografías en el Foro. En muchos casos estas fotografías fueron tomadas sin pensar, sólo me guié por la intuición que me decía que algo había ahí, en esa escena. En muchos casos no hay más pretensión que la de capturar colores, formas, manchas… sin buscarles un sentido o una explicación. Sólo observo lo que me resulta bello, y es curioso que lo industrial siempre sea para mí una fuente inagotable de maravillosas formas.
muchas gracias , muy bueno
Despertar la curiosidad en lo cotidiano … que fascinante
Los momentos en los que me siento más inspirada y en los que me dejo llevar por mi curiosidad, han sido los momentos en que en el aula propuse a l@s niñ@s encuentros con materiales sin ninguna agenda de mi parte. Cuando la propuesta ha sido solo explorar y ver de cuántas maneras diferentes estos materiales podían ser usados, sin un fin, sin la idea de un producto.
“Curiosidad” es precisamente una palabra sobre la que he pensado bastante durante el confinamiento. Entre mis amistades tengo una amiga y un amigo a los que me gusta llamar mis incondicionales, porque es raro que rechacen un plan por estrambótico que parezca. Rara vez me habrán contestado un ‘no me apetece’. Ya puede ser un paseo campestre, que una fiesta de disfraces o la presentación de un libro. Durante el confinamiento nos embarcamos los tres en un taller de danza online bastante peculiar y me alucinó bastante que nos liasemos a hacer algo así y en la distancia, así que ese alucine me dio que pensar. Lo cuento porque mi conclusión final fue que principalmente, nuestro gran nexo de unión es esa curiosidad variopinta que ojalá mantengamos con el paso de los años.
La curiosidad es una de las grandes fortalezas que recoge la psicología positiva y los niños ayudan mucho a mantenerla en forma.
En mi trabajo observo que cuando una persona mayor pierde la curiosidad por prácticamente todo es otra manera de dar fin a la vida. Aunque sigan respirando, si sus mentes ya no tienen ni el mínimo interés por este mundo se convierten en personas esperando su hora. Es realmente demoledor acompañarles en esa espera sin encontrar nada que les motive. Como si todo les diese igual.
Es por esto que cuando leo sobre mantener y fomentar la curiosidad en los niños, me resulta un tema de vital importancia literalmente. Ahora que os escribo todo esto pienso que debe haber pocas cosas más tristes que un niño sin curiosidad.
Aprovecho para agradecer la cantidad de profesionales de la enseñanza que están haciendo este curso que les va a ayudar a mantener viva esa llama y que además están comenzando por ell@s mism@s.
Removedor, de principio a fin (sobre todo el fin, gracias).
Me esta costando mucho desconectar, para conectar. Intento dejarme llevar para despertar mi curiosidad y creatividad (que la tengo en grandes cantidades, a veces no la encuentro, pero sé que esta) , pero me invaden miles de pensamientos, de tareas pendientes y kilos de trabajo que tengo que tener listo antes de que llegue septiembre.
Lo único que puedo decir, es que aunque no lo consiga dentro de este tiempo establecido, lo voy a hacer, no quiero dejar a medias esta chispa que has encendido.
Y lo dejo por escrito, para que tenga más validez.
Gracias.
Esta práctica ha tenido un regusto agridulce para mí. Me ha recordado a mi adolescencia cuando buscaba insaciablemente pareidolias, relaciones curiosas de algunos elementos y estaba con todos mis poros abiertos deseando conocer quién sabe qué misterios.
Me puse triste porque sentí que había dejado de hacerlo hace mucho tiempo, algo de esta curiosidad se atrofió en algún momento.
El otro día en la costa intenté dejar por un momento ese traje de “soy adulta y sé cómo son las cosas” y estuve jugando con las texturas de diferentes algas y rocas. Y sintiendo muy concentrada los cambios de temperatura en mi cuerpo…
Gracias
Yo creo que la mayoría nos perdemos regularmente, nos olvidamos, nos despistamos en otro montón de ocupaciones algunas tediosas y otras encantadoras. Pero siempre hay que buscar momentos de “regreso al hogar” como diría Clarissa Pinkola Estés, de volver a conectar con nuestra curiosidad y creatividad. Cada una lo hacemos de manera diferente. A veces nos pasamos años lejos de nosotras mismas y acabamos con la piel del alma hecha tiras. Pero siempre cuando llega el momento podemos recordar el camino de vuelta a casa.
Esto es lo que desarrolla maravillosamente Pinkola Estés, en su libro “Mujeres que corren con lobos”, cuando narra y analiza el cuento de “Piel de foca, piel del alma”.
Gracias por compartir estos momentos tan personales con nosotros. Me han devuelto a la infancia. Preciosa la melodía al piano, me recuerda a la duendecilla mágica “Sor Luisa” que nos hacia tocar con una venda, melodías que conocíamos, que nos hacía bailar las melodías de otros y nos quitaba de vez en cuando la tapa del piano, para enamorarnos más de este instrumento, me lo has recordado ayer. En su momento me frustraba no tocarlo, ahora me da tranquilidad sentarme y tratar de recordar alguna melodía o leer alguna partitura, sin pedir más.
Durante el confinamiento me ha pasado como a mucha gente, el no parar, la frustración por no llegar a todo, agotamiento…, sentimientos contradictorios… Hasta que llegó la reflexión y PARAR… dar tiempo a la familia primero, organizar esos tiempos y en ellos dejar fluir, atender a las necesidades de mi familia y de las familias de mi aula. lo que si dejé bastante relegadas fueron mis necesidades… Leer, coser, descansar de “hacer”… En ese tiempo esta práctica me hubiera resultado imposible.
Ahora estamos de vacaciones y lo primero que he hecho ha sido dedicarme tiempo, y en este tiempo y en este lugar que me lleva a la infancia de nuevo, se despiertan mis sentidos. Bajando a la playa en el camino entre pinos eucaliptos, laureles… mi olfato ha despertado de nuevo, el olor de la menta, del eucalipto y del anís, con el olor de fondo del mar y las algas al sol. El tacto de los helechos y su forma , la geometría perfecta, que me fascina, de la flor de la pasión, el sabor de las moras, los colores de las Lantanas, las gamas de verdes, en el paisaje y la de los azules del mar, y el brillo de la arena como pequeñas estrellas brillando a la luz del sol… Este paseo hacia la playa suele convertirse en eterno, disfrutando cada paso con lo que aporta a mis sentidos.
Llevo unos días observando una mariposa que se acerca al jardín. Tiene un vuelo muy peculiar, lento, pausado y acompasado. Se acerca, planea en una zona con mas viento se aleja y se vuelve a acercar. Ayer la grabé en este recorrido y luego observé posada en las Lantanas. Mi hija me acompañó en este observar, vimos muchas más, revoloteando juntas, danzando, libando, acercándose y alejándose. Hoy volveremos a observarlas. Os dejo imágenes y el video en el hilo.
Un placer dedicar estos tiempos conscientes en todos los sentidos. Gracias.
Me ha emocionado mucho el vídeo. Los martillos del piano y la melodía final me llenaron de calma y me dejaron con la vista clavada, absorto y sin prisa . A veces parece que nos hemos olvidado de todas estas cosas sencillas y llenas de sentido que a mí, particularmente, me llevan a la niñez. A ese tiempo en donde uno hacía por hacer casi siempre dejándose llevar por la emoción y el placer de jugar, sobre todo en esos veranos interminables.
En mi caso he estado varios días nadando en la playa que tengo cerca de casa y buceando sacando fotos y videos de peces, mantas, cuevas con pulpos, algas de colores,…
Hola, a lo que he dedicado bastante tiempo durante el terrible confinamiento ha sido a observar por mi ventana y descubrir muchas cosas que no sabía que podía ver desde ella y cómo esas cosas cambiaban en función del momento del día o de la meteorología. He descubierto que puedo ver una cadena montañesa y he llegado a verla con nieve, la casa de una amiga, el pueblo de un amigo, dos depósitos antiguos de agua, letreros luminosos…
¡Hola!
Me encanta, sobre todo, porque lo hago muy a menudo 😂
Es verdad que cuando ya estás “en el ajo” muchas veces te estancas o utilizas recursos repetidos… Nunca hay que dejar de jugar 😊
Casualmente Irene, en este confinamiento nos hemos dedicado a plantar semillas y observar su desarrollo. Hemos creado un huerto y flores para que también se acerquen las abejas a polinizar las flores … Hemos visto cómo crecen, como se marchitan, cómo algunas se secan (nos hemos preguntado por qué), cómo de algunas flores y semillas salen frutas y verduras y nos los comemos (colores, texturas, sabores…).
También las hemos explotado, visualmente, les hemos sacado fotos, las hemos visto con lupa, con microscopio, hemos dibujado con ellas (metiéndolas en pintura, estampandolas en un lienzo…) Y me dejaré un montón de cosas 😅
Por otro lado, yo tb fui músico (y digo fui porque hace mucho que no toco nada). Tocaba el fagot y el piano (como instrumento complementario) y siempre he ha encantado el saxofón, así que hace 1 año me regalaron uno. Es uno de mis “pendientes” pero tiene un objetivo muy claro por lo que lo he descartado para esta actividad…
Y ya por último, hace 4 días fui de compras y me provocaron mucha curiosidad los filtros de café, por lo que me compré una caja con 100 unidades. Sin ningún tipo de objetivo, por lo que creo que va a ser este el material que explore. Os iré contando.
Podéis ir compartiendo todo este tipo de experiencias en el foro con el resto del grupo 🙂
… e o dia não podia ter terminado de melhor forma.
Ao contrário da Irene, ao ouvir o maravilhoso som do piano, não me foquei no movimento dos martelinhos. Senti necessidade de fechar os olhos e contemplar este momento tão bom cheio de emoções. A primeira parte da música trouxe-me calma, levou-me a relaxar, mas depois envolvi-me de tal forma que senti arrepios, emocionei-me e ao mesmo tempo que as lágrimas corriam, tinha um bom sorriso estampado no meu rosto. Foi tão bom, que voltei a ouvir e a querer viver novamente estes sentimentos, estas emoções.
Que som tão bonito. Vou ouvi-lo hoje uma última vez e vou trocar a rede, o céu por esta melodia que levo em meu pensamento para uma linda noite de descanso.
OBRIGADA
Olá
Confesso que este confinamento está a ser maravilhoso para mim. Acordar sem despertador, fazer as refeições em família, aproveitar as manhãs para as leituras, as tardes para brincar e apanhar sol, e ter as noites para mim, para me encontrar. Sinto-me uma felizarda, e agradeço-o todos os dias ao universo!
Sou também uma pessoa que adora o sol, e como sou gratificada pela linda paisagem que me rodeia, aprendi, e apercebi-me do quanto me faz bem e me acalma sentar-me na minha janela, respirar o ar puro e apreciar as árvores, as flores, que levam-me a vaguear pelos jardins de Claude Monet, quando estou mais melancólica, ou, outras vezes, mais divertida, a brincar na selva de Rousseau. Após os lanches, aqueles bocadinhos em que me sento na minha janela, são tempos sagrados, onde medito, onde me acalmo, onde recupero energias.
Mas não posso deixar de falar, nas noites em que me deito na rede, na minha varanda e contemplo o céu. Aí volto a ser criança. Procuro desenhos no céu, conto estrelas, falo com a estrelinha mais brilhante que me lembra o meu avô, admiro a lua e de tanta curiosidade chego mesmo a ir buscar o telescópio da minha filhota para me ajudar a contemplar o céu. E talvez pela admiração que tenho pelos pintores, visualizo muitas vezes na minha mente o quadro “Noite Estrelada” de Van Gogh! Ah, que saudades que tenho de voltar a pegar no pincel e pintar uma tela…
Apreciar o céu, é para mim um tempo de relaxe, um tempo de paz, que me tranquiliza antes de uma noite de sono.
Um abraço carinhoso
Mi interés por la cosmética natural me ha llevado estos días a hacer mis propios “potingues” y a mezclar diferentes tipos de alimentos para crearlos; desde exfoliantes capilares, mascarillas capilares y faciales o cera casera para depilación.
Azúcar panela, huevo, aguacate, aceites, plátanos o miel han sido los protagonistas.
Gracias por deleitarnos con ese solo de piano
El confinamiento nos está privando de libertad, de personas, de relaciones sociales, pero a cambio nos está permitiendo disfrutar de algo que antes no tenía “el tiempo” y me cuesta, no estamos acostumbrados a parara nuestros ritmos frenéticos para tan solo “jugar, disfrutar” sin conseguir un fin como tal.
En casa siempre tenemos fotos, a veces en álbum, a veces en cajas a veces sueltas…siempre aparece alguna extraviada que me lleva hace volver a ese momento, como tengo “tiempo” las he sacado, es tan divertido cuando la encuentras, enseguida ese papel te hace recupera el recuerdo del momento vivido, me traslada a ese momento efímero en que todo se une, soy capaz de volver a ese momento exacto, vuelvo a ver esas cara, esas sonrisas, sus miradas soy capaz incluso de revivir los olores y parece que los que ya no están siguen ahí, que los que están lejos vuelven a estar tan cerca…por momentos volvemos abrazarnos, viajamos a nuestro lugar, incluso recuperamos momentos olvidados que nos hacían tan feliz… Poder simplificar momentos, personas, lugares en un pedacito de papel es tan importante.
Todo cambio ofrece siempre nuevas oportunidades. Éste es un aprendizaje que sería fundamental llevar a la escuela donde muchas veces los cambios se perciben tanto como una amenaza. Este periodo ofrece oportunidades fundamentales de cambio. Estará en nuestras manos el saber o no aprovecharlas.
Me siento identificada con el caso de sara, de la playa y las caracolas. Desde pequeña el baile me ha acompañado, no desde la forma que quisiera ya que cuando me fui haciendo mas mayor lo fui abandonando y paso a ser algo imaginativo. Cuando mi autestima esta mas baja utilizo la musica para ebadirme la cual hace que me lleve a recrear movimientos libres que me hacen sentir como que estuviese bailando. Durante este confinamiento las miradas en la ventada al observar como el aire movia cierta naturaleza me hacian llevar a esa misma sensacion que tenia al ponerme musica. Y no solo eso sino el movimiento que a veces mi hijo hace con sus pañuelos de juego me hacen ver, sentir movimientos de baile. Esos movimientos se acabarian transformando en figuras, curvas espirales…
Me ha encantado esta propuesta! Como algunas habéis mencionado, antes de este periodo de confinamiento, muchas veces estábamos de aquí para aya, y se nos olvidaba conectar y observar.
Con el ejemplo de las flores, en el grupo de consumo que participo, una pareja cultiva flores y puedes comprar ramos, estos días las he ido observando como se iban marchitando, viendo el proceso entero, el cambio del agua, los pétalos cayendo, secándose, otros no… Y cuando has mencionado el piano a mi me pasa lo mismo con el dibujo, me encanta pero no saco tiempo. Estos días de confinamiento, después de la segunda semana me puse a dibujar y ahora todos los días estoy sacando un rato para perderme con los colores y formas, puedo decir que entro en el flow, donde la concentración es máxima, y el motor el placer que siento en ese momento. Estos días he estado mezclando tintas y rellenando formas, sin buscar una finalidad. Es un regalo y como has dicho muy importante entrenarlo! No se si habéis leído el libro de Imma Marín, ¿Jugamos? Le da mucha importancia a la actitud lúdica. Eskerrik asko!!
Buenas tardes.
Un ejercicio muy alentador y necesario. Los adultos nos hemos olvidado de muchas cosas importantes y los niños vienen a recordárnoslas. Pero necesitamos ese entrenamiento que propones en este ejercicio para comunicar con nuestro niño interior y así luego poder conectar con los niños que nos rodean, sean alumnos, pacientes o hijos.
Me ha costado la verdad, encontrar algo donde dejarme llevar sin un fin productivo. Los últimos 20 años de mi vida han sido precisamente conseguir productividad. Y eso de divagar en los pensamientos de manera onírica y casi poética no me parecía “rentable”. Si soy capaz de disfrutar del sol o de un paseo por la playa. Pero siempre está en mi pensamiento pues que es saludable, que me relaja del estrés acumulado (para poder llenarme después otra vez porque es lo que toca). Este placer que me produce la playa me ha llevado al cuenco de caracolas que guardo. Y a sacarlas y observarlas, con lupa. A tocarlas y a chuparlas. A ver si sabían todavía a mar. Pero no he podido remediarlo. Las he clasificado. Y después las he colocado haciendo un círculo. En la clasificación han salido varios grupos. Me ha sorprendido el grupo de las “muy rotas” porque me han hecho pensar en la erosión y en lo que el paso del tiempo y los golpes han producido en esas caracolas. Lo cierto es que han desvelado su belleza interior. Ese espiral tan bello como una columnita de mármol perfectamente tallado. Suave. Así que “las muy rotas” han sido al final las más observadas.
Las fotografié por la noche cuando hice esta actividad con luz artificial. Tb por la mañana con otra luz. Después las he mojado y han quedado preciosas y brillantes.
Muy agradable pasar ese tiempo con las caracolas.
Gracias.
Buenos días, me encantó leer toda esta reflexión entorno al respeto por la curiosidad que nos genera aquello que nos rodea o nos genera interés. Creo que precisamente ahora es cuando nos paramos y nos damos cuenta de pequeñas cosas que en la rutina “normal”, a veces (o demasiadas veces) muy cargada, se nos pasan.
Has hablado del TIEMPO. A veces en los colegios se pretende que los niños y niñas sean creativos, pero se les da un tema muy concreto y un tiempo limitado y dentro de ese, “teneis que ser creativos”.
He estado pensando en como damos lugar a todo esto en el colegio donde trabajo y me he seguido “enamorando” de él. En el colegio tenemos ambientes de libre circulación, donde los niños y niñas pueden desarrollarse, hacer investigaciones, crear en el ambiente de arte, llevarse un trabajo de un espacio a otro para complementarlo… Igualmente relaciono todo esto con la importancia de mantener diferentes planos de intervención con ellos y de especialmente la gran importancia que tiene el tercer plano, el observar a los niños: qué les sorprende, qué materiales les llaman más la atención, com quien y cómo se relacionan, cómo se sienten en un momento, espacio, ante una propuesta… Es eso precisamente lo que nos lleva posteriormente a poder ofrecer directa o indirectamente a los niños unas propuestas que les generen nuevos intereses.
Durante este año he intentado precisamente poner atención a este “mantener un tercer plano” y aunque me queda mucho por aprender, creo que ya he hecho un paso muy importante que es el ser consicente y el valorar su gran importáncia.
Estoy de acuerdo con el hecho de que nosotros, como adultos, somos los primeros que tenemos que “entrenarnos” y está bién compartir también con los niños nuestras curiosidades, nuestros desubrimientos…Es una forma de que vean que siempre hay cosas por descubrir, nuevos aprendizajes, intereses…
Soy una persona muy activa y muchas veces me cuesta centrar mi atención en una sola cosa y todo esto también me ha servido para reflexionar sobre ello y ir “soltando”.
Gracias.
Cada vez sois más los proyectos que trabajáis de esta manera. Siempre me llena de alegría escucharos. Si te apetece compartir más seguro que sería interesante para todas si nos puedes hablar más de tu centro, con que edades trabajáis y como organizáis tiempos, espacios, etc. 🙂
🙂 Sí, las puedes compartir en el foro de la formación. He creado un hilo que se llama curiosidad para ello pero en cualquier momento podéis también crear hilos de foros en los que queráis compartir cosas. ¡Gracias!
https://formacion.createctura.es/forums/topic/curiosidad/
hola,
Cada dia camino 25 vueltas por el campito de mi casa , 25 dan para entrar en un estado de, pues no sé como explicar, un poco ausente y a la vez fijando la mirada en las cosas que más percibo, la textura del suelo que va cambiando, de barro apretado con piedras, a hojas chafadas por mis pisadas, camino hecho de tanto pasar con las plantas secas…i unas plantas altas que me envuelven y se mecen con el aire. Los colores también van cambiando en la vuelta que se repite por 25 veces..de gris, a oscuro, a marrón, a verde, a pajizo…y vuelta a empezar.
He hecho fotos pero no sé si las tengo que poner o donde.
Empezar a contar pétalos de flores
Hola, empecé con esta práctica para ir alternando con la teoría. Me cuesta un poco pensar en hacer algo sin finalidad, la verdad. Estuve mirando unas hojas de plantas que había recogido y prensado, las puse en la mesa de luz y me puse a jugar superponiendolas y creando figuras nuevas y haciendo fotos (siempre estoy haciendo fotos de todo, no sé si cuenta como búsqueda de resultado, jajaja), aunque en realidad ver cómo veía la cámara lo que yo veía también era por jugar. Luego miro a ver si subo alguna foto. Salud!
Sí, a los adult@s nos cuesta simplemente jugar y sin embargo forma parte fundamental del proceso de generar nuevas ideas. Os invito a seguir practicando 🙂 Ello no quiere decir que en un segundo paso no puedas llevarlo hacia algo más práctico o concreto. Simplemente sería útil intentar que no sea el punto de partida, que no comencemos una exploración adelantando demasiado rápido hacia donde la vamos a llevar.